«La terminal de vuelos británicos parece Ucrania, es tercermundista. Han querido hacer las obras rápido y está todo mal».

Es la crítica que impera desde algo más de un mes entre trabajadores del aeropuerto de Palma, que se encuentran al límite por el «caótico» estado de la ‘renovada’ Terminal A, recientemente habilitada para los vuelos británicos.