Zoología

Los ratones prefieren dormir juntos, igual que los humanos

Sus cerebros se sincronizan cuando duermen, aunque dependiendo del género y del contexto social

Ratones de laboratorio

Ratones de laboratorio / UNIGE

N+1/T21

Los ratones prefieren dormir junto a sus familiares, aunque cuando están solos duermen más profundamente. Si son parientes, sus cerebros se sincronizan durante el sueño. Y prefieren pasar frío que dormir separados. Igual que los humanos.

Biólogos de Estados Unidos y Suiza han descubierto que los ratones tienden a dormir acurrucados, incluso cuando tienen la oportunidad de dormir cómodamente solos.

Como se informa en la revista Current Biology, algunos parámetros neurofisiológicos se sincronizan durante el colecho en ratones, si bien esta sincronización depende del género y de las relaciones compartidas.

Al mismo tiempo, cuando están solos, los ratones duermen más profundamente: las fases del sueño de ondas lentas duran más que cuando duermen junto a sus parientes, ha establecido también esta investigación.

Sueño y familia

La presencia de congéneres influye en el sueño en al menos varias especies animales. Las primeras investigaciones han demostrado que la actividad cerebral oscilatoria de las personas se sincroniza cuando duermen juntos.

Además, los animales que viven en grupos pueden acostarse y despertarse al mismo tiempo. La proximidad de familiares, por un lado, suele empeorar el sueño.

En el caso de las personas, una reciente investigación de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, realizada con más de 1000 adultos y publicada en 2022, descubrió que las personas que comparten la cama con una pareja romántica duermen mejor que aquellos que duermen solos: se duermen más rápido, exhiben menores tendencias a la apnea del sueño y permanecen dormidas por más tiempo que aquellas que no lo hacen.

Aunque las personas que duermen con alguien que sufre de insomnio también pueden empezar a tener problemas para dormir juntos, los humanos y algunos animales no humanos a menudo prefieren dormir acompañados: el contacto social y el tacto generalmente se consideran beneficiosos para las especies sociales.

Contexto social

Científicos de la Universidad de Michigan y de la Universidad de Zurich, bajo la dirección de Ada Eban-Rothschild, se comprometieron a estudiar este tema.

Para descubrir cómo el contexto social influye en el sueño, observaron el comportamiento del sueño y antes del sueño de ratones que vivían solos o con congéneres (ya fueran hermanos o ratones desconocidos). Los científicos también registraron el EEG de ratones utilizando dispositivos inalámbricos implantados.

En primer lugar, los científicos observaron el comportamiento de los hermanos del mismo sexo en las jaulas de sus casas. Compararon la cantidad de tiempo que los roedores pasaban comiendo, acicalándose, anidando y descansando 40 y 20 minutos antes de dormir y justo antes de quedarse dormido, y cuánto tiempo pasaban realizando estas actividades en estrecho contacto entre sí.

Constataron que, a medida que se acercaba el sueño, los ratones se dedicaban cada vez más a anidar, cuidarse y descansar acurrucándose unos con otros, es decir, buscando contacto físico antes de dormir. Los ratones también se quedaron dormidos abrazados a sus familiares.

¿Solos o acompañados?

Luego, los científicos decidieron averiguar si los ratones buscaban intencionadamente el contacto físico antes de acostarse, o si la jaula compartida era simplemente incómoda para dormir solos.

Organizaron condiciones para que los ratones pudieran elegir cómo dormir: solos o junto a un familiar. Se colocaron parejas de ratones hermanos adultos en dos cámaras idénticas conectadas por un tubo: el primer día pudieron moverse libremente entre las cámaras. Ese día, los ratones pasaron la mayor parte del tiempo en una cámara, donde construyeron un nido y durmieron.

El segundo día, al final de la fase oscura activa, a un ratón se le impidió el acceso a la cámara elegida por los roedores para dormir. El segundo roedor aún podía moverse libremente entre cámaras.

Como resultado, ambos ratones permanecieron durmiendo en la cámara que menos les gustaba, acurrucados, a pesar de que uno de ellos podría haber permanecido en el mismo lugar, lo que, aparentemente, era cómodo. Esto sugirió que los ratones prefieren dormir con sus familiares, incluso si pueden no hacerlo.

No es por el calor

Dado que la temperatura en el laboratorio era más baja de lo que es cómodo para los ratones, los investigadores supusieron que los roedores simplemente quieren mantenerse calientes mientras duermen, por lo que prefieren dormir cerca.

Para comprobarlo, modificaron la configuración: una cámara era "cálida" (30 grados Celsius, la zona termoneutral para los ratones), y la otra era "fría", donde la temperatura se mantenía a temperatura ambiente. Como era de esperar, el primer día los ratones se quedaron durmiendo donde hacía más calor.

Pero cuando al día siguiente a uno de ellos se le impidió el acceso a la cámara caliente, el segundo ratón también comenzó a pasar más tiempo en la cámara fría y finalmente se quedó allí para dormir. Al mismo tiempo, los ratones se presionaron entre sí un poco más.

El segundo día, el ratón, que podría haber dormido en una habitación cálida, prefirió estar en una habitación fría, junto a su pariente.

Sueños sincronizados

Entre otras cosas, los científicos descubrieron que el inicio del sueño y los tiempos totales de sueño-vigilia estaban sincronizados en ratones (hermanos y no hermanos) cuando vivían y dormían juntos, en comparación con cuando vivían solos.

Sin embargo, esto dependía del género y del contexto social. Los hermanos varones que dormían juntos sincronizaron las fases del sueño REM, pero esto no sucedió en parejas de hembras ni en parejas de ratones no emparentados.

Durante el sueño de ondas lentas, los hermanos varones también sincronizaron la actividad oscilatoria en el rango delta. Los poderes del ritmo theta estaban sincronizados en hermanos varones y mujeres.

Sin embargo, la calidad del sueño se vio afectada cuando los ratones dormían juntos: las fases del sueño de ondas lentas se fragmentaron, al mismo tiempo que su número aumentó y su duración disminuyó.

Además, durante el sueño de ondas lentas, el número de ondas delta disminuyó. Sin embargo, como los ratones tendían a dormir cerca de otros, los autores concluyeron que tenían algún tipo de motivación intrínseca para el contacto físico constante mientras dormían.

Referencia

Neurophysiological and behavioral synchronization in group-living and sleeping mice. Maria I. Sotelo et al. Current Biologu, December 22, 2023. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cub.2023.11.065