Intervienen 250 ovejas maltratadas en Palma y precintan una explotación ganadera que se usaba como matadero ilegal

Una finca de Palma encubría un matadero clandestino de ovejas, que se encontraban en un lamentable estado. Además de sus condiciones insalubres, su carne no tenía ningún tipo de trazabilidad ni control sanitario. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y un veterinario del Servicio de Ganadería de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación llevaron a cabo el pasado miércoles una minuciosa inspección en el recinto. Las sospechas se confirmaron por completo. El responsable de la misma fue investigado por un presunto delito de maltrato animal.

Los agentes de la Guardia Civil y el veterinario encontraron en esta explotación ganadera 250 ejemplares sin trazabilidad alguna, que fueron intervenidos y trasladados a Naturaparc. Mientras,  otras ovejas no corrieron la misma suerte debido a su precario estado de salud. El facultativo determinó que, como consecuencia de las graves enfermedades que sufrían, su supervivencia ya no era viable. En este sentido decidió que la mejor decisión era practicarles la eutanasia para evitarles sufrimientos innecesarios.

No era la primera vez que esta granja estaba en el punto de mira de los investigadores  De hecho le constaban numerosos antecedentes por haber operado como un matadero clandestino sin ningún tipo de control sanitario. Muchos de estos animales se sacrificaban en la fiesta musulmana del cordero sin someterse a ningún tipo de análisis veterinario. Con el riesgo consiguiente que esto suponía para la salud de los consumidores.

Buena prueba de ello es que estos animales no presentaban ninguna trazabilidad en el que se hiciera constar su fecha de nacimiento, su origen y el tipo de alimentación que se le había dispensado. Por este motivo su permanencia en estas instalaciones representaba un alto riesgo de salud pública.

Así un total de 250 animales fueron intervenidos y derivados a Naturaparc para que fueran atendidos en condiciones, debido al lamentable estado que presentaban. Esta entidad colaboradora dispone de instalaciones para albergar animales domésticos, que han sido recuperados en condiciones insalubres.

Los agentes del Seprona, por su parte, detectaron varias infracciones de la normativa reguladora del tratamiento y eliminación de residuos y de bienestar animal. También constataron que estas instalaciones se seguían utilizando de matadero clandestino, tal y como había ocurrido en ocasiones anteriores. Por este motivo la explotación ganadera fue precintada y dieron cuenta de ello a la Conselleria de Salut i Consum.

Cúmulo de infracciones

Tras el análisis pormenorizado de este cúmulo de infracciones, irregularidades y de algún hecho delictivo, los agentes del Seprona de la Guardia Civil instruyeron diligencias al responsable de la granja por un presunto delito de maltrato animal. 

Mientras, el veterinario del Servicio de Ganadería de la Consellería de Agricultura, Pesca y Alimentación actuó en estrecha colaboración con los efectivos del instituto armado desplazados hasta la explotación ganadera. El facultativo precisó a los investigadores en qué consistían las irregularidades que se habían cometido en dicha granja y en qué puntos se había infringido la normativa vigente.

Más allá de estas precisiones en cuanto a trazabilidad de la carne de ovino, el veterinario incidió en el elevado riesgo que suponía su consumo humano sin ningún tipo de control.