Dos agentes de la Policía Local de Manacor se sentarán la semana que viene en el banquillo de los acusados por haber propinado una paliza a un joven. Los acusados, para quienes la fiscalía reclama sendas penas de dos años de cárcel, sacaron a la víctima por la fuerza de una discoteca, lo tiraron al suelo, lo esposaron y le dieron numerosas patadas y porrazos. El perjudicado sufrió diversas lesiones en la cabeza, la oreja y las costillas.

Los hechos, según el relato que hace el ministerio público en sus conclusiones provisionales, se remontan al 8 de octubre de 2005. Dos agentes de la Policía Local de Manacor que estaban de servicio entraron en una discoteca de Cales de Mallorca y sacaron por la fuerza a un joven por motivos que la fiscalía no precisa.

Ya en la calle, los agentes lo tiraron al suelo, le dieron varios golpes y le pusieron las esposas. La acusación sostiene que se excedieron en las funciones propias de su cargo y que su única intención era causar un menoscabo físico a la víctima. Así, para evitar que alguien pudiera presenciar la agresión, llevaron al joven a un lugar apartado entre dos coches, donde le pegaron con la porra y supuestamente le dieron varias patadas en diferentes partes del cuerpo.

La víctima se resistió y consiguió zafarse de los agentes, pero estos lograron atraparla. Tras reducirla de nuevo, los policías la metieron en el coche patrulla y, mientras el joven estaba esposado, le dieron golpes fuertes con sus porras en el costado y le fracturaron varias costillas.

Tras la agresión, la víctima denunció los hechos y fue sometida a un reconocimiento por parte de un médico forense. Según el perito, a consecuencia de la paliza el joven sufrió policontusiones, heridas incisas en el puente nasal y el pabellón auricular derecho, fracturas en varias costillas y obstrucción de las vías respiratorias. La víctima estuvo un mes de baja debido a estas lesiones.

El ministerio público considera que estos hechos constituyen un delito de lesiones y solicita dos años de prisión para cada uno de los policías. Además, reclama que durante el tiempo de la condena se les inhabilite para cualquier empleo o cargo público.

La fiscalía también pide que los dos procesados indemnicen con 860 euros a la víctima por las lesiones que le causaron y el estado de ansiedad que padeció a consecuencia de la agresión. El ayuntamiento de Manacor deberá responden como responsable civil subsidiario por estos hechos.

Está previsto que el juicio se celebre el próximo lunes en la Audiencia Provincial de Palma.