Un falso policía intentó embaucar a una masajista de un piso de Palma para que le hiciera un servicio sexual gratis, bajo chantaje. Al no conseguirlo, el impostor la violó. La Policía Nacional, la auténtica, detuvo al farsante por un presunto delito de agresión sexual y otro de usurpación.

Los hechos se produjeron sobre las doce y media del mediodía del pasado 27 de febrero. Un sujeto de unos 37 años se dirigió a un piso de la calle Aragó e intentó amedrentar a una masajista haciéndose pasar por policía.

En primer lugar, el impostor aludió a un supuesto escándalo con menores en el local. A continuación, amenazó a la mujer con detenerla si no colaboraba con él e hizo mención a que sus compañeros le estaban esperando en la calle. Finalmente, el farsante propuso a la mujer llegar a "un acuerdo" para no proceder al arresto: un servicio sexual completamente gratis.

Para hacer más convincente su representación, el falso policía le mostró a la joven algo parecido a una placa, unas esposas y un radiotransmisor. Todas estas artimañas no lograron hacer que la mujer se doblegara a sus pretensiones.

Al no conseguirlo gracias a su treta, el farsante agredió sexualmente a la mujer. Además, el sujeto indicó a la víctima que debería pagar "una multa" de 3.000 euros o "colaborar" siempre que la llamara.

La masajista sospechó que iba a ser sometida permanentemente a este tipo de chantaje y decidió denunciar la agresión sexual. La joven acudió a la Jefatura Superior de Policía en compañía de su abogado e hizo mención a lo que le había ocurrido.

Los agentes le confirmaron que se trataba de un impostor y que si volvía a aparecer les avisara. El pasado martes se volvió a presentar en el piso. La mujer miró por la mirilla, le reconoció y avisó a la Policía. Una patrulla se personó poco después y arrestaron al farsante por los delitos de agresión sexual y usurpación.