Una presa de mediana edad sufrió quemaduras leves ayer al arder la habitación del módulo de detenidos de Son Espases, donde estaba ingresada. El fuego, al parecer intencionado, comenzó en un colchón y generó una densa humareda, lo que obligó a trasladar a otros cinco reclusos que se encontraban en esa zona del hospital. Al lugar acudieron dotaciones de bomberos, que sofocaron las llamas y, con muchas dificultades, ventilaron la zona. También se movilizaron la Policía Nacional y Local por si era preciso evacuar a los presos, aunque finalmente no fue necesario.

Los hechos ocurrieron al filo de las siete de la tarde en el módulo Q del hospital de referencia. El personal del centro detectó una gran humareda procedente de una de las habitaciones en las que, bajo custodia policial, están ingresados los presos. Mientras accedían a la estancia y comenzaban a vaciar varios extintores sobre las llamas, los trabajadores alertaron a los servicios de emergencias.

La movilización de medios fue inmediata. Varias dotación de los Bombers de Palma se desplazaron enseguida a Son Espases, al tiempo que patrullas del Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local acudían al recinto para poder garantizar la seguridad en caso de que fuera necesario desalojar a los presos de sus habitaciones.

Los bomberos comprobaron que el fuego solo había afectado a un colchón y que, pese a la densa humareda que generó, apenas había llamas. En apenas unos minutos, la situación quedó bajo control.

La reclusa que ocupaba la habitación en la que se declaró el incendio llevaba un día en el hospital. El domingo se sintió indispuesta y fue trasladada desde el centro penitenciario, donde cumple condena desde hace tres años por robo y tráfico de drogas, a Son Espases. A consecuencia del fuego sufrió quemaduras de carácter leve, por lo que fue trasladada a otro módulo para ser atendida de las lesiones. El incendio causó además importantes daños en la estancia. Los otros cinco pacientes que permanecían en el módulo de detenidos fueron trasladados a otras habitaciones sin mayores contratiempos.

Tras la extinción del incendio, los bomberos tuvieron complicaciones para ventilar la zona, ya que no cuenta con ventanas. En cuanto lo lograron, un equipo de la Policía Científica llevó a cabo una detenida inspección ocular de la habitación para intentar aclarar lo ocurrido. Las primeras pesquisas apuntan a que el incendio fue intencionado, aunque los agentes estaban a la espera de tomar declaración a todos los internos para avanzar en la investigación.