La búsqueda de alguna pista sobre la desaparición de Malén Ortiz se extendió ayer al mar. Submarinistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil rastrearon ayer el fondo marino en busca de la adolescente, que fue vista por última vez el día 2 de diciembre en Magaluf.

Los buceadores del Instituto Armado examinaron ayer el tramo de costa comprendido entre Cala Figuera y la playa del Mago en busca de la menor. En total, el recorrido submarino comprendió un kilómetro. El buen estado de la mar y la óptima visibilidad posibilitó que los submarinistas de la Guardia Civil se pudieran zambullir ayer para examinar la costa. Hasta ayer su labor de búsqueda de la menor desaparecida en Magaluf se había limitado a sumergirse en los pequeños lagos situados en el Golf de Ponent.

Los expertos del GEAS utilizaron técnicas avanzadas de buceo para abarcar una mayor extensión subacuática. En concreto, utilizaron un torpedo. Se trata de un sistema de propulsión submarina que permite abarcar más terreno y economizar sustancialmente el consumo de aire contenido en la botella. Este método lo complementaron con otro más rudimentario: el buceador remolcado. El submarinista iba agarrado a la zodiac mientras examinaba el fondo marino para ver si hallaban algún indicio de la menor.

La búsqueda se inició en torno a las once de la mañana y se prolongó durante cuatro horas hasta las tres de la tarde aproximadamente. Cuatro submarinistas de la Guardia Civil participaron ayer en las labores de rastreo.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis sobre la desaparición de Malén Ortiz. En un primer momento cobró más fuerza la posibilidad de que pudiera tratarse de una fuga voluntaria de la adolescente. A medida que ha ido pasando el tiempo, esta teoría se fue debilitando y adquirió más fuerza la hipótesis de que pudiera tratarse de una desaparición forzosa.

En los últimos días, la Guardia Civil ha realizado numerosas actuaciones en las inmediaciones del lugar donde la adolescente fue vista por última vez, en sa Porrassa. Las pesquisas comprendieron el registro de una casa situada en las proximidades así como batidas por el Golf de Ponent y por otros descampados.

La última vez que Malén Ortiz fue vista fue sobre las tres y media de la tarde del pasado 2 de diciembre. La menor telefoneó a su padre y le dijo que no iba a comer a casa. También advirtió que se disponía a ir a comer a casa de su novio en Son Ferrer. Nunca llegó allí. Una cámara de videovigilancia grabó a la menor poco después, cuando paseaba junto al vivero de sa Porrassa.

El padre de la adolescente, Alejandro Ortiz, ha realizado una pegada masiva de carteles por toda Mallorca con imágenes de la menor. Su madre, por su parte, colgó un vídeo pidiendo a Malén que se pusiera en contacto con ella.