Francisco R.R., el policía local de Sant Josep (Eivissa) detenido el pasado sábado por la Guardia Civil por el asesinato de su novia, la maquilladora venezolana María Karina Rosales, que fue encontrada degollada y golpeada hace dos meses en una casa abandonada a las afueras de Sant Antoni, en Eivissa, llevaba en el cuerpo de seguridad 17 años. El agente, que fue interrogado por los investigadores este fin de semana pasado, era miembro de la Policía Local desde 1995, aproximadamente, según confirmó el jefe del cuerpo, Jaume Ramon.

Desde la Policía Local de Sant Josep informaron de que el sospechoso del crimen ha quedado suspendido de empleo y sueldo y que también se le abrirá un expediente sancionador. Según Jaume Ramon, en el caso de que fuera condenado, sería expulsado del cuerpo de forma inmediata.

Mientras tanto, la Policía Judicial de la Guardia Civil está ultimando las pesquisas antes de que el arrestado sea puesto mañana a disposición judicial. El hombre fue quien denunció la desaparición de la víctima, de 38 años, cuyo cadáver apareció el pasado 13 de mayo en una zona boscosa. Ambos habían iniciado una relación sentimental y residían en una casa de campo en Benimussa. Los vecinos de Sant Josep comentaban que la pareja se había conocido a través de Internet. De hecho, María Karina era muy asidua a las redes sociales, lo que dificultó las investigaciones ya que los agentes se encontraron con un amplio abanico de sospechosos.

Finalmente, los indicios y las pruebas apuntaban a su novio, el agente Francisco R.R., que fue interrogado en un primer momento y, pese a mostrarse colaborador, incurrió en varias imprecisiones y datos falsos. Además, la Guardia Civil obtuvo restos de ADN en una piedra con la que supuestamente fue golpeada la mujer. Los agentes creen que una disputa por la convivencia pudo ser el móvil del crimen.