La policía ha cerrado una timba ilegal en la que se jugaba al póquer Texas en una nave del polígono de Can Valero, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Baleares.

En el local los agentes llevaron a cabo trece identificaciones de trabajadores y jugadores del casino clandestino e intervino 2.755 euros procedentes de las apuestas ya realizadas.

La operación "Escalera de color" ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada de Juego de la Jefatura Superior en Palma, apoyados por policías de la Brigada de Seguridad Ciudadana, quienes iniciaron las investigaciones hace dos meses al tener conocimiento de que se podría producir un posible ajuste de cuentas entre algunos jugadores que intervenían en una timba ilegal.

En un local de una nave del polígono de Can Valero, los policías constataron la afluencia de personas relacionadas con el mundo del juego ilegal en el citado local y que, al parecer, jugaban partidas de póquer Texas organizadas por individuos de origen de la Europa del Este, en colaboración con individuos españoles.

Los organizadores fueron identificados como el búlgaro M.S., de 37 años, y el rumano N.T., de 29 años, quienes montaban torneos de póquer todos los martes, aunque también podían hacerlo otros días de la semana, tras contactar por teléfono con los jugadores.

La captación de jugadores la realizaban principalmente en las inmediaciones del Casino de Mallorca, a los cuales les ofertaban "unas condiciones óptimas, como bebida gratis, poder fumar y jugadas donde se podían obtener grandes beneficios".

Sin embargo, según la policía, lo que no sabían los jugadores era que los organizadores no garantizaban los premios, "además de las posibles consecuencias que podían sufrir".

En el interior del local fueron localizadas tres mesas de póquer bien equipadas, cuatro maletines con fichas de diferentes colores y valor, barajas de cartas y dos paneles anunciadores del torneo de póquer.

En el interior de la oficina, sin actividad laboral, se realizaron identificaciones de 13 personas que participaban en el juego de póquer sin la correspondiente autorización administrativa, entre ellas los dos organizadores y un chileno de 43 años que tenían contratado como crupier.