Asi quedaría tu herencia si no hicieras testamento

El testamento es el acto mediante el cual una persona dispone de sus bienes o parte de ellos para después de su fallecimiento. Este documento es de gran importancia, ya que la legislación española establece que debe ser un acto personal y nunca se puede realizar de manera conjunta. Es decir, solo el testador puede llevar a cabo conscientemente este acto según lo considere oportuno.

A pesar de ser un acto relevante, no es obligatorio; es decir, no existe ninguna ley que obligue a los ciudadanos a dejar oficialmente registrado lo que quieren que suceda con su herencia. Muchas personas se preguntan por qué deberían hacerlo, y aunque las respuestas pueden variar, una razón común es evitar problemas familiares.

La primera razón por la cual alguien realiza un testamento es dejar clara su voluntad para que se cumpla. Sin embargo, prevenir futuros conflictos familiares debido al reparto de la herencia suele ser una razón más convincente. Hablar del fallecimiento propio o de un ser querido puede ser un tema difícil de abordar, y es común postergar este proceso hasta que uno se enfrenta a él.

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Esto es lo que ocurre si no se hace testamento

La principal consecuencia es que no podrá decidir el destino de sus bienes, derechos y obligaciones después de su fallecimiento. Esto puede ser especialmente relevante, ya que el causante habrá fallecido sin decidir quiénes serán sus herederos o si tenía algún interés particular en el destino de algún bien.

Aunque se realice un testamento, no se tiene total libertad para dejar la herencia a quien se desee, ya que el ordenamiento jurídico protege ciertos aspectos considerados fundamentales en la partición de una herencia. Por lo tanto, existen aspectos que deben respetarse incluso con este documento.

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En caso de no realizar este documento, la herencia se llevará a cabo según el Código Civil. En este caso, la sucesión corresponde en primer lugar a la línea recta descendente, es decir, hijos y nietos. En ausencia de estos, heredarán los ascendientes, dividiendo la herencia entre el padre y la madre en partes iguales.