Fútbol

Esperpento del Mallorca en San Mamés

Los bermellones son goleados por el Athletic Club en un partido que ya estaba finiquitado en un cuarto de hora por el doblete de Yuri y en el que han mostrado una terrible imagen de principio a fin (4-0)

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

Un esperpento de principio a fin. El Mallorca ha sido vapuleado por el Athletic Club en un partido que en un cuarto de hora ya estaba finiquitado y que llega en el peor momento posible, a las puertas de la histórica ida de la semifinal de la Copa del Rey ante la Real Sociedad de este martes (4-0).

Los vascos, que están de dulce, han aplastado a un equipo que ha sufrido la derrota más dura de la temporada y que es de las que duelen. Por el resultado, por supuesto, pero sobre todo por las formas. Porque los de Javier Aguirre han sido blandos en defensa, sin ideas en el centro del campo y nulos en ataque. Y no son tópicos, literalmente ha sido así.

Esta imagen de impotencia está a años luz de la que demostró hace apenas una semana ante el Girona en el torneo del KO, una competición que ilusiona tanto como distrae. No hay que jugar con fuego y la situación en la Liga, con solo tres triunfos en veintitrés jornadas, es preocupante, sobre todo si actúan como en San Mamés.

Es difícil empezar peor un partido. A los dos minutos Rajkovic ya se ha visto obligado a recoger el balón de dentro de la portería. Nico Williams ha lanzado una falta y Yuri, de forma acrobática y sin que su marcador Larin le apretara, ha batido al portero serbio. Ver para creer, pero todo lo trabajado durante la semana, lo que se ha comentado en la previa sobre lo que debía hacer en un escenario tan imponente, se había tirado por la borda. Quedaba un mundo por delante, pero daba la impresión de que este viernes iba a costar un poco más. Eso sí, Figueroa Vázquez ha mirado hacia otro lado en un claro agarrón del propio Yuri sobre Raíllo que podría haber sido penalti. Precisamente el cordobés ha peinado un lanzamiento de Dani que ha blocado Unai Simón. Sin embargo, lo peor todavía estaba por llegar. Y no ha tardado mucho, otra vez con la pizarra de Ernesto Valverde.

Nico ha sacado un córner, Guruzeta la ha tocado de espuela y Yuri, otra vez solo y con la derecha, ha puesto el 2-0 en el marcador. El lateral izquierdo ha anotado el primer doblete de su vida en la máxima categoría justo quizá ante el adversario que se lo ha servido en bandeja. Solo habían pasado dieciséis minutos y la cuesta ya parecía el Everest, sobre todo porque con el balón el Mallorca tampoco parecía capaz de hacerle daño. Ha tenido el balón, justo lo que pedía Aguirre, pero no hay que ser ingenuos.

Al Athletic ya le iba bien porque era consciente de que no le iba a incomodar. Solo una muy buena conducción de Dani Rodríguez, que ha finalizado con un tiro alto de Antonio Sánchez, ha mostrado algo de orgullo. Los bermellones, este viernes de turquesa, no sabían qué hacer y parece que desde el banquillo tampoco porque no han tomado ni una decisión para cambiar las cosas. Y a la media hora Rajkovic ha demostrado su indiscutible talento con una parada soberbia a un cabezazo de Guruzeta que iba directo a poner el 3-0. Es una de esas acciones que vale la pena disfrutar en cámara lenta y que ha nacido porque De Marcos ha tenido todo el tiempo del mundo para centrar.

Lo que ha sucedido poco después es para que se vea en el Comité Técnico de Árbitros. Hace tiempo que el mallorquinismo tiene claro que Figueroa Vázquez es muy malo, pero esta vez ha demostrado una incompetencia absoluta. Porque solo el trencilla sevillano ha visto el penalti de Raíllo sobre Nico, que se ha resbalado mucho antes de impactar con el central. El VAR le ha tenido que corregir, pero el ridículo no se lo quita nadie ante toda España.

El Mallorca ha pasado a una defensa de cuatro en la segunda parte, con la salida de Copete y la entrada de Muriqi, pero el panorama no ha cambiado demasiado. Nico, aprovechándose de erroresde los baleares, ha dispuesto de dos ocasiones claras.

Había poco que hacer y quedaban cuarenta minutos por delante. Nacho Vidal y Darder han entrado para tratar de cambiar algo y justo el debutante ha dispuesto de una oportunidad gigantesca, pero su testarazo solo en el corazón del área se ha encontrado con Unai Simón. Y después, por si quedaban dudas, Guruzeta ha culminado una contra de los hermanos Williams que el VAR ha tenido que confirmar para que la ventaja ya fuera insoportable. A partir de ahí, todo lo que ha sucedido después no ha servido para nada. Ni el gol de Muniain ha hecho más daño. Ya daba igual. El 4-0 lo dice todo. Vaya papelón.