Fútbol

Larin, un gol y cuatro ocasiones claras

El punta experimenta una lenta mejoría, y a pesar de marcar el gol rojillo ante el Celta desperdició oportunidades diáfanas ante Guaita

FOTOS | RCD Mallorca-Celta de Vigo

FOTOS | RCD Mallorca-Celta de Vigo / Cati Cladera/Efe

Ricard Cabot

Ricard Cabot

No hay color entre el Larin de principio de temporada, fuera deforma por sus largas vacaciones en Jamaica que requirieron de una pretemporada aparte, y el de ahora, más delgado y, por ende, más en forma. Firmó ayer el gol del empate ante el Celta al filo del descanso, una diana que llenaba de esperanza a los aficionados que estaban dispuestos y preparados para vivir una fiesta completa con la inauguración de la reforma del estadio.

El gol llegó tras una jugada iniciada por Morlanes, que vio desmarcado a Gio en posición de extremo. El uruguayo puso el balón en el corazón del área y ahí estaba el canadiense para batir a Guaita. Goles así marcó muchos en el Valladolid la temporada pasada, tantos como ocho en media temporada, la segunda vuelta cuando llegó al club castellano en el mercado de invierno. 

Esa es la cara A de Larin, el gol. Pero como en todo en la vida también hay una cara B. En el delantero norteamericano hay que buscarla en las oportunidades que llega a desperdiciar. Ante el Celta hasta cuatro. Pero no todas fueron culpa suya. Una de sus virtudes es que sabe generarse las ocasiones. En carrera, a la contra, se fue de los defensas y logró plantarse solo en los minutos 70 y 74. En la primera, su disparo con la zurda lo detuvo sin excesivos problemas el guardameta del conjunto gallego. En la segunda, adivinó la intención del delantero, que apostó por rematar al primer palo, respondiendo Guaita con una gran intervención.

El delantero tiene la virtud de saber generarse acciones de gol, pero el portero o su puntería lo impide

Estos dos disparos fueron entre los tres palos. No ocurrió lo mismo en las dos ocasiones anteriores, cuando a los cinco minutos no llegó a un gran centro de Maffeo y, sobre todo, en el 22, cuando Lato se fabricó una gran jugada para dejarS el balón franco a Larin, que envió el balón alto con todo a favor, para desesperación de una afición cada vez más nerviosa. Aún tuvo otra al cuarto de hora de la segunda parte, pero tampoco le sonrió la fortuna. Larin es la apuesta de Aguirre en ausencia de Muriqi, y parece que seguirá siendo así.

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