Fútbol. Primera División.

El interminable pique entre Vinicius y Maffeo

El lateral del Mallorca se las tuvo todo el encuentro con el extremo brasileño del Real Madrid en un nuevo capítulo entre ambos en LaLiga

Maffeo, junto a Vinicius.

Maffeo, junto a Vinicius. / efe

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Pablo Maffeo contra Vinicius Junior. Lateral contra extremo. El del Santiago Bernabéu fue un nuevo capítulo en el ya largo libro de piques entre el futbolista del RCD Mallorca y el del Real Madrid. Ya es tradición que en cada partido en el que se encuentran salten chispas y ayer, sin salirse de lo meramente deportivo, no fue la excepción. 

Desde el momento en que se supo la alineación de ambos equipos, quedó claro que los duelos en la banda derecha del Mallorca y en la izquierda del Real Madrid iban a traer lo suyo. El brasileño regresaba tras un mes y medio de ausencia y tardó poco en centrarse en todo menos en ser desequilibrante. Cada vez que caía al suelo tras un cuerpeo protestaba al colegiado, que hizo caso omiso de sus críticas durante todo el encuentro. 

Por momentos desquiciaba, Maffeo le comía la tostada una y otra vez, consciente de que el brasileño, si se sale del partido, es inofensivo. Aun así, tuvo la mejor ocasión de los suyos tras un gran disparo al que respondió perfectamente Rajkovic con una gran parada. 

Pero tras una falta del Mallorca, un barullo en el área acabó con el lateral bermellón haciéndole el gesto de llorón al brasileño –como ya sucediera el curso pasado en Son Moix– en una imagen compartida mil y una veces por redes sociales. Sin embargo, no pasó inadvertido que a continuación ambos jugadores se dieron un abrazo como señal de paz, dejando claro que el suyo no es más que un pique deportivo en medio de un gran show como es el fútbol televisado y que ambos velan por los intereses de su propio equipo.

Abrazao entre Maffeo y Vinicius.

Abrazao entre Maffeo y Vinicius. / DAZN

Vinicius, en un cambio ya pactado, acabó siendo sustituido en el minuto 60, poniendo fin a un duelo que ya genera morbo cada vez que se produce. Maffeo, visiblemente agotado y con problemas musculares, aguantó todo el partido, aunque no faltaron lo silbidos cada vez que entró en contacto con el balón. Los dos se citaron para el partido de la segunda vuelta, en la que seguramente se volverán a ver las caras. 

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