Fútbol

Así ganó el Mallorca en Balaídos

Sin laterales, con un central prácticamente inédito y con Amath acabando de defensa, Aguirre tuvo que improvisar ante el Celta por las numerosas bajas

Amath celebra el gol de la victoria en Balaídos, seguido por Hadzikadunovic y Morlanes.

Amath celebra el gol de la victoria en Balaídos, seguido por Hadzikadunovic y Morlanes. / Efe

Redacción

Javier Aguirre realizó el lunes en Balaídos un auténtico ejercicio de funanbulismo. Mermado por las numerosas bajas en defensa, la recompuso prácticamente sin inmutarse y el resultado no pudo ser mejor, la suma de tres puntos después de seis jornadas sin conocer la victoria y que dejan al Mallorca a las puertas de la permanencia a falta de nueve jornadas para el final del campeonato.

   Conocidas las bajas de Jaume Costa por sanción y Augustinsson por lesión, la banda izquierda de la defensa estaba destinada a Maffeo, fijo en la derecha. Con lo que no contaba el técnico mexicano es que Gio, destinado a ocupar el lateral derecho, se lesionara antes del partido. «Hizo un gesto feo en la rodilla», dijo Aguirre, pendiente del resultado de las pruebas que le iban a realizar al uruguayo. 

No le quedaba otro remedio que improvisar, y no se le ocurrió nadie mejor que Antonio Sánchez, centrocampista de toda la vida, en quien pensó para ocupar el lateral derecho. El mallorquín ya había jugado en alguna ocasión en esta demarcación con Luis García Plaza, pero fue de manera esporádica. Y lo hizo de forma notable. No desentonó, que no es poco, y sujetó al lateral izquierdo Javi Galán, convertido en extremo. Ayudado siempre por Valjent, muy pendiente de su compañero, al que animaba continuamente, Antonio aburrió a Galán, hasta el punto de que su entrenador le sustituyó a la hora de partido para buscar cosas diferentes para intentar sorprender a la nutrida y eficiente defensa mallorquinista.

Antonio Sánchez respondió de forma notable y no desentonó en el lateral derecho, que no es poco

  No fueron esos los únicos cambios a que se vio obligado Aguirre por la plaga de contratiempos. El central Hadzikadunic repitió en el centro de la defensa junto a Valjent, que recuperó su mejor nivel, y un omnipresente Raíllo, por la sanción de Copete y la lesión de Nastasic. El bosnio estuvo a un buen nivel y hasta incluso se atrevió a rematar faltas y saques de esquina, aunque sus cabezazos se fueron alto. Aguirre, que cuando se produjo la llegada de Hadzi dijo sin titubeos que sería «el quinto central», debe tomar una difícil decisión porque para el partido del domingo contra el Getafe recupera al central andaluz, ausente en Valladolid y Vigo por sanción. Habrá que ver por quién se decanta. No sería la primera vez que Copete se queda en el banquillo por lo que las opciones de Hadzi de continuar en el once titular son elevadas.

Amath

Amath Ndiaye fue otra de las sorpresas en el once. Titular en Valladolid, donde erró tres claras ocasiones de gol, Aguirre valora su presencia constante en las acciones de peligro del equipo. Y el jugador, aunque estuvo de nuevo falto de puntería antes del gol, respondió a la confianza de su entrenador con el tanto de la victoria. 

Al técnico centroamericano se le complicaron todavía más las cosas cuando, a diez minutos del final, Antonio se tuvo que retirar. «No sé ni dónde tengo los gemelos», dijo el improvisado lateral tras el partido. Aguirre, que todavía podía realizar tres cambios, optó por colocar a Amath a cubrir el lateral derecho en una medida de urgencia que salió bien.

Contra el Getafe, donde a falta de que las matemáticas lo confirmen, podría atar la permanencia, todo puede volver a la normalidad, con Maffeo en el lateral derecho, Jaume Costa en el izquierdo tras cumplir sanción, y Copete o Nastasic en el caso de que el técnico prescinda de Hadzikadunovic. En el centro del campo, el posible regreso de Dani Rodríguez podría devolver al banquillo a Morlanes. En cualquier caso, la victoria en Balaídos ha traído la calma a la plantilla. 

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