Si a Serra Ferrer se le hubiera ocurrido imponer a un director general de su cuerda con un salario de ciento cincuenta mil euros anuales, como los que cobraba Pedro Terrassa y sus respectivos sucesores, estarían solicitando su pública lapidación. Mientras tanto, ahí sigue sin cobrar un solo euro en tres añosy medio. En fin, no hay que descartar que Utz Claassen, con el nombramiento, se haya ahorrado una nómina a su cargo. O no. Tan transparente el hombre.

Hablemos de fútbol, probablemente el único deporte del que todo el mundo entiende o, al menos, del que hasta el gato opina imbuido de una autoridad y conocimientos indiscutibles. Víctor abandona el Mallorca en medio de una notoria división de opiniones. Particularmente y a día de hoy no creo que sea una pieza imprescindible. Es más, el hecho de manifestar sus deseos de cambiar de aires, confirma mi impresión de que aquí no iba a dar más de sí. Igual que le ocurrió a Paco Higuera hace ya mucho tiempo, tuvo que salir del club para despuntar. En Palma estaba quemado deportiva y personalmente. No creo que Oltra salga perdiendo y puede que el futbolista termine ganando. O no.

Quizás la suya no sea la última salida. O sí. Iñigo Pérez, un fiasco inesperado, Riverola, Agus e incluso Ximo, siguen en la ventanilla de apuestas. El público, como es natural, está más pendiente de las entradas. De momento el cambio de Generelo por el de Algaida apunta a una mejoría en relación a las necesidades que plantea el colectivo. O no. Regresamos el escenario de las opiniones. Sólo la delantera está cubierta. De medio campo para atrás caben todos los refuerzos e incluso alguno doble. Nunca se sabe y aún así las críticas, contrarias o favorables, llegarán con las cartas marcadas y a póker descubierto.