Las advertencias sobre Son Negre fueron ignoradas: Un estudio arquitectónico ya alertaba en 2017 de los problemas de la iglesia derrumbada

El documento, avalado por la UIB, ponía de manifiesto roturas en vigas y grietas laterales en el templo religioso, que, según ese trabajo académico, debían vigilarse de cerca

Una vista aérea de cómo quedó Son Negre después del reciente derrumbe.

Una vista aérea de cómo quedó Son Negre después del reciente derrumbe. / Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Un estudio avalado por la Universitat de les Illes Balears (UIB) y publicado en 2017 ya alertaba de las numerosas deficiencias en las estructuras y la cubierta de la iglesia de Son Negre (en el municipio de Manacor), desplomada el miércoles de la pasada semana ante el estupor de los vecinos y la clase eclesiástica. Apunta por ejemplo a importantes grietas en los laterales de los tres tramos de nave que colapsaron o a la gravedad que supone la rotura total de una vigueta de la cubierta por efecto de la pudrición.

En la detallada memoria de trabajo de Fin de Grado de Edificación de la Escola Politècnica Superior de la UIB, presentada por Maria Antònia Garau, se plantean los distintos problemas de grietas, humedades o carcoma que presenta el templo construido entre 1878 i 1879 (y posteriormente ampliado a principios de siglo XX a partir de planos de Antoni Maria Alcover) y se dan soluciones presupuestadas.

El documento, tutelado por el profesor del departamento de Física, Joan Josep Marcó, y titulado ‘Levantamiento de planos, estudio de lesiones y propuesta de intervención en la iglesia de Sant Antoni Abad, Son Negre’, introduce mediante un contexto histórico la construcción y evolución de los diferentes oratorios rurales del municipio manacorí, incluyendo documentación gráfica y referencias arquitectónicas y materiales.

Un estudio arquitectónico ya alertaba en 2017 de los problemas de la iglesia de Son Negre |  TRABAJO DE MARIA ANTÒNIA GARAU

Un estudio arquitectónico ya alertaba en 2017 de los problemas de la iglesia de Son Negre | TRABAJO DE MARIA ANTÒNIA GARAU / Sebastià Sansó

Causas físicas

Garau pormenoriza mediante fichas de lesiones por causas físicas, identificando el origen del problema, localizándolo y definiendo la gravedad. Entre los daños más preocupantes por falta de mantenimiento destaca la partición «por la mitad de su luz» de una viga de madera que conforma la estructura de cubierta de la nave principal. Tras el desplome de la semana pasada, el rector de las parroquias de Manacor, Antoni Amorós, recordaba que hace cuatro años «hicimos una inversión muy importante; destapamos todo el tejado y pudimos ver todas las entrañas de la estructura de la iglesia para cambiar las tejas porque había goteras y no vimos nada». Con lo que la rotura continuó debilitando la cubierta.

En el documento técnico de 2017 ya se especifica que se ha observado que una de las viguetas que forma parte de la cubierta principal de la nave se ha partido por la mitad de su longitud. «Una posible causa de esta lesión podría ser la pudrición de la madera de la vigueta, causada por el deterioro de la cubierta de teja árabe que permite el paso del agua de lluvia al interior del edificio».

El estudio proponía sustituir la vigueta afectada por una nueva, desmontando la zona de la cubierta donde se encuentra y reemplazándola adecuadamente. Además, se sugiere llevar a cabo «un mantenimiento anual para eliminar sedimentos y vegetación de las cubiertas, y cada tres años verificar el estado de las tejas y reemplazar las que estén deterioradas. Esta actuación garantizará la integridad estructural de la cubierta y prolongará su vida útil, evitando posibles daños adicionales y asegurando un correcto funcionamiento a largo plazo», determina la memoria.

Por otra parte, también se observa que en diferentes áreas de la bóveda y los muros verticales de la iglesia, se han localizado «fisuras y grietas prácticamente verticales que descienden desde la bóveda hasta el muro, con un grosor aproximado de 1mm». Se especifica que estas grietas pueden haber sido causadas por asientos diferenciales del edificio, debido a una compactación desigual del terreno, así como por acciones mecánicas como la compresión del muro por la transmisión de esfuerzos desde la bóveda.

Para abordar esta situación, el informe propone dos soluciones a partir de la colocación de testigos para determinar si las grietas continúan activas.

Agrietamiento adicional

«Si los testigos no muestran agrietamiento adicional y las grietas no tienen movimiento significativo, se recomienda sellar las grietas con mortero de cal sin retracción para unir las partes del muro. Por otro lado, si los testigos muestran agrietamiento adicional, se sugiere abrir zanjas a lo largo de las grietas, coserlas con varillas de fibra de vidrio fijadas con resinas epoxi, y luego sellarlas con mortero de cal sin retracción antes de aplicar el revestimiento final en el muro».

Otra de la afecciones preocupantes en los alzados que de la iglesia de Son Negre hace Garau, son los desprendimientos de mortero focalizados precisamente en los contrafuertes de las tres naves caídas y señalizadas en color morado en el plano, donde también se determinan detalladamente las zonas más afectadas por la erosión, la suciedad, las humedades o las grietas.

Finalmente el estudio arquitectónico también calcula un presupuesto (con cifras de 2017) para corregir en lo posible todos los daños encontrados en la iglesia, empezando por un mantenimiento y vigilancia de la cubierta, con un coste total de 98.881,97 euros.

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