Un convento de Calvià vila que llevaba cerrado desde hace años servirá de albergue para refugiados de Ucrania

Se trata de la antigua residencia de las franciscanas en el centro de la localidad calvianera

El nuevo albergue para refugiados fue visitado por representantes políticos.

El nuevo albergue para refugiados fue visitado por representantes políticos. / AYTO.DE CALVIÀ

Iñaki Moure

Iñaki Moure

El antiguo convento de las monjas franciscanas de Calvià vila, que fue erigido a finales del siglo diecinueve y que lleva cerrado desde hace unos años, servirá como albergue para refugiados de Ucrania que han huido de la guerra provocada por Rusia. De momento, acoge a 15 personas, en su mayoría, mujeres, menores y gente mayor.

Un convento  de Calvià servirá de albergue para refugiados de Ucrania

Un convento de Calvià servirá de albergue para refugiados de Ucrania / i.moure. calvià vila

La presidenta de la asociación Amar Ucraïna, Anastasia Kvach, explica que este albergue situado en el centro del pueblo calvianer sustituye al que tenían en Palma y se une al ya existente en Lloseta. Una subvención de la conselleria de Familias y Asuntos Sociales, remarca Kvach, les permite abonar el alquiler de este inmueble a la congregación religiosa.

Ella explica que hay «lista de espera» para entrar en este recurso asistencial para los ucranianos que escapan de la guerra que azota su país desde hace dos años. Desde el inicio del conflicto, aproximadamente 2.100 ciudadanos de ese país se han desplazado a Balears.

«Ahora mismo hay 14 personas, y la capacidad es para 25. Hacemos entradas poco a poco. Los hay de diferentes perfiles: los que acaban de llegar, otros que vivían en casas de personas de aquí... Como la guerra no termina, están buscando alternativas», apunta.

Madres con hijos

Estos refugiados lo tienen difícil para instalarse por su cuenta en la isla. En este sentido, Kvach recuerda que son sobre todo madres con niños y gente mayor.

«La idea es ayudarles también en la búsqueda de empleo, pero es complicado para estos perfiles. Tenemos gente que vive en Lloseta, de más de 70 años. Incluso una madre con sus seis hijos», dice.

El antiguo convento, situado en la calle de Sor Rosenda, muy cerca de la sede consistorial de Calvià vila, ha sido objeto en las últimas semanas de reformas para acoger el albergue.

Rehacer sus vidas

«Estaba bien conservado en general. Hemos tenido que pintar, poner muebles», manifiesta la presidenta de Amar Ucraïna, quien asegura que el objetivo principal es ayudar a estas personas a «salir adelante» en un entorno lejano a su hogar.

Unas personas que, explica, tienen detrás historias muy duras como la de un matrimonio que se aloja en Calvià vila cuyos dos cónyuges están enfermos de cáncer.

«Esperamos que sea un hogar hasta que puedan rehacer sus vidas bien en Mallorca o bien volviendo a Ucrania. Son madres, abuelos, abuelas, menores que han tenido que dejar atrás toda una vida», agrega esta representante ucraniana, quien agradece la «buena acogida» de Mallorca a los refugiados.

Esta semana, tuvo lugar una visita de representantes de diferentes instituciones a este nuevo recurso. Por parte del Ayuntamiento, asistió el alcalde Juan Antonio Amengual (PP) y la teniente de alcalde Juana María Prats (Vox), quien expresó la total disposición del Consistorio para colaborar a nivel logístico con el albergue.

Las personas interesadas en contactar con la entidad de ayuda al pueblo ucraniano para colaborar de algún modo pueden ponerse en contacto con la asociación, en el teléfono 633922001 o en el mail amarucraina@gmail.com.

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