El pleno de Sóller tumba la ordenanza de ocupación de la vía pública impulsada por el PP

La sesión estuvo marcada por los reproches, la tensión e incluso amenazas entre los diferentes grupos políticos

El tranvía pasa muy cerca de una terraza en Sóller, en una imagen de archivo.

El tranvía pasa muy cerca de una terraza en Sóller, en una imagen de archivo. / J.Mora

Intenso pleno el que se vivió este martes en el ayuntamiento de Sóller en el que no faltaron los reproches, tensión e incluso presuntas amenazas encubiertas entre concejales que acabó con el rechazo mayoritario a la nueva ordenanza de ocupación de la vía pública que el PP presentó a aprobación plenaria. Sus socios de Seny se aliaron con los partidos de la oposición y votaron en contra, algo que hizo tropezar al nuevo texto normativo que entra ahora en una fase de ‘impasse’.

El debate de esta propuesta estuvo repleta de incidentes, algo que no evitó que el PP se quedara solo defendiendo un texto frente al resto de partidos que reclamaron una ordenanza alternativa en la que se priorice el uso público de la calle frente al privativo de las terrazas de establecimientos privados. Ante la falta de acuerdo entre los dos socios de gobierno, PP y Seny, el alcalde Miquel Nadal optó por dar un receso de diez minutos, algo que no sirvió para que sus socios cambiaran de opinión.

«Amenazas y coacciones» 

Este receso se llevó a cabo tras un intenso debate entre el portavoz de los populares, Carlos Darder, y la de Més per Sóller, Laura Celià. Esta última acusó a Darder de «amenazas» y «coacciones» hacia una edil de su grupo. Este incidente se produjo al advertir Darder que si el nuevo texto legal no se aprobaba se vería en la tesitura de aplicar a rajatabla la ordenanza actualmente en vigor, que prohíbe que los parasoles sobresalgan de las terrazas (algo que afectaría a numerosos establecimientos que vulneran la normativa, precisó) o aquellas que están instaladas sobre el asfalto de la calle. Se da la circunstancia que una concejal de Més tiene un bar cuya terraza está sobre el asfalto, pese a tener autorización municipal.

En el debate, los partidos de la oposición y Seny apelaron a que la futura ordenanza priorice el uso público de la calle frente a las terrazas. El PSOE de Jaume Mateu criticó que la nueva norma «amplía el uso privativo del espacio público al ser menos restrictiva», mientras que Celià (Més) cree que «no blinda los derechos de los viandantes, sino las ocupaciones de la vía pública». Desde Seny, Josep Porcel, instó a buscar «una estrategia común» toda vez que aseguró que el nuevo texto genera «subjetividad y agravios comparativos».

Desde el PP, Carlos Darder aseguró que la norma se había elaborado para resolver diversos aspectos técnicos de la anterior ordenanza y que la mayoría de cambios se introducían a partir de las propuestas surgidas por los servicios técnicos y jurídicos. El edil replicó que su departamento impuso el año pasado 75 sanciones relacionadas con la ocupación de la vía pública.

El colofón, la votación

Después de los rifirrafes llegó el momento de la votación en la que tuvo que intervenir la secretaria y la asesora jurídica en el pleno. A instancias de Més se requirió su intervención al entender este partido que había un conflicto de intereses de varios ediles que tienen establecimientos (o familiares próximos) con terrazas. Las explicaciones de los juristas no convencieron y al final todos los concejales ejercieron su voto para dejar el PP en minoría.