Perros envenenados: Pollença instalará cámaras en la playa de Llenaire

Crece la alarma social por la muerte de algunas mascotas tanto en esta playa como en otras zonas del Moll

Una imagen de la playa de Llenaire, cuando se precintó por primera vez en el año 2013.

Una imagen de la playa de Llenaire, cuando se precintó por primera vez en el año 2013. / D. M.

Joan Frau

Joan Frau

El ayuntamiento de Pollença ha iniciado los trámites administrativos con el objetivo de obtener la autorización para instalar cámaras de videovigilancia en la playa de Llenaire, donde se constató la presencia de veneno que ha causado la muerte de al menos un perro en los últimos meses, lo que ha generado una gran alarma social en el Moll ‘pollencí’ que ha obligado al Consistorio a mover ficha para reforzar la seguridad.

Fuentes de la institución municipal han confirmado este miércoles que «próximamente» se instalarán las cámaras de vigilancia, aunque no han hablado de plazos porque se trata de un «proceso administrativo» que «necesita su tiempo». De hecho, no es una iniciativa nueva. En el año 2013 el ayuntamiento de Pollença ya inició la tramitación ante la delegación del Gobierno para instalar cámaras en Llenaire después de que, como ahora, se registraran diversos casos de envenenamiento de perros en la playa, donde se admite el acceso de mascotas. Posteriormente, volvió a intentarlo dos años después, en 2015. En el primer caso, la respuesta de la delegación del Gobierno fue negativa al considerar que la instalación de cámaras era «desproporcionada» para dar respuesta a dos casos «puntuales» de muerte de animales por envenenamiento. En 2015, la situación fue más grave, ya que se produjeron más casos de muertes de canes por la ingesta de algún producto tóxico que no pudo identificarse. No obstante, la iniciativa de colocar cámaras no llegó a materializarse. 

Ahora, el Ayuntamiento ha vuelto a plantearse seriamente esta posibilidad debido al profundo malestar existente entre los vecinos y vecinas de la localidad costera por el peligro que corren tanto los animales como las personas si hay alguien que se dedica a contaminar la zona con productos tóxicos. La alarma se ha extendido a través de las redes sociales, que exigen soluciones.

En los últimos días se ha producido un nuevo caso de envenenamiento, aunque en una zona diferente a Llenaire, si bien el Ayuntamiento baraja la hipótesis de que el perro afectado pudiese haber ingerido alguna bolsa de procesionaria. 

Mientras, la playa de Llenaire sigue precintada. Las fuentes municipales explicaron que en los próximos días se producirá una reunión entre el Ayuntamiento y algunos vecinos afectados para decidir si se desprecinta la playa y se adoptan otras medidas de seguridad. Otra iniciativa es la creación de una comisión de seguimiento y asesoramiento para definir las medidas que deben adoptarse para paliar esta problemática que se inició ya en el año 2013.