Indignación vecinal por el hedor de la depuradora de Sóller

En el Ayuntamiento dicen que este será el último invierno con este problema de malos olores

La elevada contaminación proviene, mayoritariamente, por las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos de Sóller.  | JOAN MORA

La elevada contaminación proviene, mayoritariamente, por las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos de Sóller. | JOAN MORA / Joan Mora

Además del humo, Sóller tiene otro grave problema que también genera numerosas protestas: el hedor que desprende la depuradora de aguas residuales. Las almazaras de Sóller, que este año funcionan a pleno rendimiento, generan unos residuos líquidos llamados alpechines que reciben un tratamiento específico en la planta de depuración para separar los restos del aceite del agua. Su gestión provoca la emanación de malos olores que afecta a la zona más baja del valle, cuyos vecinos vienen denunciando este problema desde hace años sin que hasta ahora se le haya dado una solución.

En el Ayuntamiento dicen que este será el último invierno con este problema de malos olores, porque para el próximo las dos ‘tafones’ en activo deberán incorporar una maquinaria que convertirá los residuos líquidos del aceite en un material sólido. Así lo asegura el concejal de Agricultura, Sebastià Aguiló, que prevé que para la próxima campaña de aceite esté operativa una planta de compostaje pese a que todavía no tiene presupuesto ni mucho menos emplazamiento.