¿Por qué en Sóller hay tanta contaminación atmosférica?

La importante concentración de contaminación atmosférica en el aire que se respira en Sóller es algo habitual en los meses de frío. Mayoritariamente proviene de las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos

La elevada contaminación proviene, mayoritariamente, por las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos de Sóller.  | JOAN MORA

La elevada contaminación proviene, mayoritariamente, por las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos de Sóller. | JOAN MORA / Joan Mora

Hace unos días las estaciones situadas en el centro de la ciudad instaladas por la plataforma ‘Sóller por el Aire’ indicaban nivel naranja, lo que a efectos prácticos señalaba una importante concentración de contaminación atmosférica en el aire que respiran los sollerics. No es algo anecdótico, sino habitual en los tres o cuatro meses de frío que se registran en el valle.

La elevada contaminación proviene, mayoritariamente, por las quemas de rastrojos y restos de poda que se realizan en los huertos de Sóller. A esto se le añade la ya famosa inversión térmica que se registra en el valle en los meses de invierno, que propicia que el humo quede estancado en las capas más bajas de la atmósfera haciendo que la ciudad quede cubierta por un casco de contaminación por humo que todos acaban por respirar. Esta inversión térmica desaparece a media mañana cuando los rayos solares calientan el aire.

La misma plataforma ‘Sóller por el Aire’ ha reclamado una regulación

El sombrero de polución es un fenómeno que a pocos deja indiferentes y cada año por estas fechas surgen voces que reclaman una regulación de las cremas en los huertos. Algo que ya va más allá de los propios sollerics, ya que también afecta a los turistas que visitan el valle en los meses de invierno. Hace poco un hostelero vio cómo unos clientes abandonaban su establecimiento molestos por el humo de las quemas matinales que invadió su habitación, lo que dista mucho de la imagen idílica de naturaleza, naranjos, montañas y aire puro que ofrecen los catálogos turísticos de Sóller.

Problemática

En cualquier caso, el Ayuntamiento de Sóller es consciente de la problemática, pero hasta ahora ha hecho poco por hacer frente a un problema que cada vez suscita más voces críticas. Estos críticos reclaman una regulación de las quemas en los huertos; no una prohibición. La misma plataforma ‘Sóller por el Aire’ ha reclamado una regulación y hace una serie de meses lo hizo Podemos, que con datos oficiales puso sobre la mesa cómo las enfermedades respiratorias en Sóller tienen mayor incidencia y mortalidad que en otros municipios de las islas.

Los críticos señalan que bastaría con cambiar los hábitos de la gente para cortar el problema de la contaminación del aire

Los críticos señalan que bastaría con cambiar los hábitos de la gente para cortar el problema de la contaminación del aire, o al menos contenerlo. En vez de encender el fuego entre las seis y las once de la mañana, como suele ser costumbre, sólo habría que hacerlo a partir de esa hora, cuando la inversión térmica ya ha desaparecido y el humo se disipa en el aire.

Desde el Consistorio, el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Lorente, reconoce la problemática. También admite que hasta ahora «se han dado recomendaciones» pero que han tenido pocos efectos prácticos «porque no hay una ordenanza municipal que lo regule». Lorente apela «a la concienciación ciudadana y a las buenas prácticas» para acabar con el problema y recomienda «no quemar restos vegetales todavía verdes o que estén húmedos», porque el humo es aún peor.

El edil de Medio Ambiente advierte que el Ayuntamiento «no tiene herramientas suficientes» para obligar a fijar unos horarios para las quemas y por eso duda de que se tramite una normativa que a corto o medio plazo sirva para resolver el problema de la contaminación matinal. Por tanto, la problemática del humo en Sóller seguirá siendo un problema sin solución y Sóller seguirá siendo un valle de muchos humos.

Suscríbete para seguir leyendo