Lletra menuda: Reacción tardía ante la deformación turística

Un grupo de cicloturistas observan el paso de un rebaño de ovejas en un camino de interior del municipio de Sineu.

Un grupo de cicloturistas observan el paso de un rebaño de ovejas en un camino de interior del municipio de Sineu. / J. Frau

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Fiel a su costumbre de subirse al vagón de cola del último tren, la Mancomunitat del Pla se ha ido a Palma a promocionar las bondades de su ‘paraíso rural’. Es una publicidad engañosa, sobre todo para los residentes en los 14 municipios afectados, porque no garantiza la compatibilidad de su vida ordinaria con la industria del ocio.

Este nuevo plan estratégico del turismo en el Pla deberá incidir en la corrección, antes que la promoción, si quiere obtener mejor fortuna que la esterilidad de sus predecesores. A los hechos nos remitimos: llega cuando los ciclistas ya expulsan a los vecinos de las plazas de los pueblos, la mayoría de ellos cuentan con hoteles de trato municipal preferente, las casas vacacionales obstaculizan el alquiler estable, la demanda extranjera hace prohibitivo la compra de casas a jóvenes y trabajadores y las possessions se han dejado seducir por el agroturismo en detrimento del cultivo. Resulta complejo reconducir todo eso en unos municipios de población limitada en los que el impacto del turismo es muy sensible. La solución requiere mayor ingenio y visión que el tópico de ‘paraíso rural’.

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