Reactivan una urbanización de 189 chalés en Cala Romàntica que estaba abandonada desde hace 15 años

La gran urbanización Cala Romàntica Villas, situada en s’Estany den Mas (municipio de Manacor) y abandonada hace 15 años, podría estar terminada en diciembre de 2024. Según la última solicitud que la empresa que ahora la gestiona, el holding madrileño Cranborne Ivest SL, ha hecho al ayuntamiento de Manacor solicitando una prórroga de 18 meses del periodo legal para acabarla.

En su petición, Cranborne Invest SL alega que ya existe más del 60% de la urbanización hecha y reitera la intención de poder acabar con esta urbanización ‘fantasma’, la cual hasta hace pocos años estuvo afectada por okupas, que se colaron por falta de vigilancia efectiva. En la última resolución municipal al respecto, del 3 de julio, se especifica a partir de cuándo empiezan a contar los 18 meses.

En 2020, la promotora catalana Bidder Newco ya solicitó formalmente al consistorio poder acabar 45 de los 189 chalets que quedaban junto al torrente local, licencia que fue otorgada. Ahora, y tras el cambio de manos, la nueva empresa pide más tiempo para terminar 26 (22 adosados y 4 aislados) tras recibir los informes sectoriales de recursos hídricos pendientes. Se trata sobre todo de trabajos de fontanería y electricidad, una vez que las estructuras y acabados de fachada se terminaron durante los primeros dos años desde que se iniciara, en 2006.

«Evidentemente que no estamos contentos con que la urbanización exista donde está ubicada, pero tiene todos los informes supramunicipales y por tanto es legal y poca cosa podemos hacer ya», explica el alcalde de Manacor, Miquel Oliver (Més-Esquerra). S’Estany d’en Mas, turísticamente conocido como Cala Romàntica, es una zona tranquila de la costa de Manacor donde poder encontrar una segunda vivienda para pasar las vacaciones. Por eso no se entendió demasiado bien que hace 15 años, la promotora Terrápolis SA empezara a construir un complejo urbanístico de cerca de 200 chalés en las parcelas de la 31 a la 36 del polígono 7 de s’Estany d’en Mas, lejos de la primera línea.

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La crisis

Pero la crisis y la burbuja inmobiliaria terminaron también con Cala Romàntica Villas. Los chalés, idénticos a la vista y empezados a ritmo constante, tomaron forma rápidamente como si de un pequeño pueblo se tratara, con calles y servicios incluidos. Pero cuando quedaba tan solo rematarlos por dentro Terrápolis SA entró en suspensión de pagos, dejando la urbanización con decenas de chalets abandonados en medio de la nada y con más de una treintena de afectados. Ahogado por las deudas y las presiones, Miguel Cabrera, responsable de la promotora, llegó a mantener varias reuniones para solucionar el problema.

Terrápolis contaba con el apoyo de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) para llevar adelante el proyecto, pero el tema terminó en pleitos judiciales. En noviembre de 2015, la promotora tuvo que afrontar un juicio, acusada de tener la contabilidad alterada, según explicó el autor del informe concursal en aquellos momentos. «El control interno no existía o era flojo y el grupo actuaba como caja única», dijo en su declaración durante el juicio que se celebró en la Audiencia de Palma.

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