El GOB reclama la retirada «urgente» del barco hundido en Pollença

El grupo ecologista advierte de los graves daños que puede provocar en el entorno marino

Imagen del barco hundido en la bahía de Pollença.

Imagen del barco hundido en la bahía de Pollença. / Més per Pollença

Joan Frau

Joan Frau

El GOB ha solicitado oficialmente a la entidad Ports IB una intervención «urgente» para reflotar la embarcación que se hundió a mediados de junio en el Port de Pollença con el objetivo de frenar el «impacto» que ha generado en el ecosistema marino después de haberse constatado que el pasado fin de semana el barco vertió parte de su combustible al mar debido al desplazamiento de la barrera de contención que había instalado Salvamento Marítimo.

El grupo ecologista advierte que el barco «contiene aceites y combustible en su interior, dentro de garrafas que en cualquier momento pueden romperse y liberar su contenido al medio marino». «No puede tolerarse un riesgo de este tipo» en una bahía que ya se encuentra en situación de «vulnerabilidad» por la mala calidad de las aguas, añade el colectivo conservacionista.

El GOB asegura tener constancia de que las administraciones «están trabajando e intentando coordinarse para actuar» y que tienen intención de retirar la embarcación, aunque añade que «esta situación no puede prolongarse más en el tiempo y debe existir un claro y rápido protocolo de actuación y prevención de riesgos». Asimismo, apunta que «lo que pasa con la gestión de la retirada de esta embarcación es un claro reflejo de la falta de agilidad que hay en las administraciones, poniendo en peligro el estado de conservación del ecosistema marino de la bahía de Pollença».

El grupo ecologista recuerda que este barco «llevaba años abandonado en este campo de fondeo no regularizado» y reprocha que el fondeo legal «ha sido tolerado por parte de la administración competente», por lo que el hundimiento de este barco «es consecuencia de la dejadez» que afecta a la bahía de Pollença en los últimos años. Además, avisa que, además de los residuos tóxicos que puede liberar el barco, este «se irá degradando y descomponiendo en piezas que se irán extendiendo por el fondo de la bahía convirtiéndose en un potencial destructor del hábitat» de la zona, protegida por diferentes figuras ambientales.