Lletra menuda

Pesan más los cargos que los objetivos

Llorenç Riera

Llorenç Riera

El tiempo apremia y hay que cerrar pactos aunque sea con calzador y a disgusto de algunos términos impuestos por el mandato de las urnas. 

Entre las posibilidades disponibles y los movimientos vistos en los últimos días se observan varios denominadores comunes. 

En contra de lo dicho y cómo era presumible, PP y Vox no han desaprovechado ocasión para cerrar ententes. 

De este modo, Calvià es el primero de los grandes municipios que se desvincula de un gobierno de izquierdas. La derecha gana terreno en general, pero Inca y Manacor renuevan acuerdos de PSOE y Més cuando todavía no se ha desvanecido el asombro por los flirteos contra natura de este último municipio y que, aún incorporando a la candidatura del litoral, el pacto a desgana deberá trabajarse primero la credibilidad, tanto interna como externa.

Pero Manacor no es, ni mucho menos, el único lugar de la isla en el que pesan más los cargos que los objetivos sellados con el fin de ser llevados a término. Es una constante que permanece en los modos políticos en boga. A estas alturas, sabemos mucho de qué área ocupará cada uno y prácticamente nada del plan de trabajo concreto.

Pese a que la experiencia acumulada demuestra que es un aliado eficaz de la descoordinación municipal, el reparto temporal de alcaldías, de cargos, sigue siendo una tentación inevitable. 

Porreres y Sant Joan lo experimentarán a partir del sábado mientras que Santa Margalida permanece fiel a su costumbre de esperar a última hora para desvelar la nueva vestimenta del acostumbrado entendimiento entre Joan Monjo y Martí Torres. 

Se renuevan ayuntamientos, pero no tanto las formas de conformar su gobierno.

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