El Consell prevé aprobar el texto definitivo de la Ley Serra en marzo

Garcías asegura que «no hay un exceso de burocratización», una de las principales críticas a la norma

La Ley de la Serra de Tramuntana aumenta la protección en más de 5.700 hectáreas

La Ley de la Serra de Tramuntana aumenta la protección en más de 5.700 hectáreas / Joan Mora

R.F.M.

Ha terminado el plazo para presentar alegaciones a la Ley Serra. Así, la consellera de Territorio, Maria Antònia Garcías, hace una valoración positiva de las alegaciones porque «servirá para depurar lo que no ha quedado claro». Además esta semana terminará el trámite de audiencia de administraciones y ayuntamientos. El siguiente paso será resolver las alegaciones y redactar el texto definitivo que se elevará a pleno en marzo para así el Consell poder presentar su propuesta definitiva al Parlament, que es la institución que debe tramitar y aprobar la ley.

Una de las cuestiones más criticadas de la norma es el exceso de burocratización. En este punto, la consellera insular asegura que no es así. «No hay un exceso de burocracia porque los entes que se crean son para ser más operativos». Pone un ejemplo, se da cobertura legal al distintivo Serra de Tramuntana, por ello, se crea una comisión de seguimiento de este distintivo para no tener que reunirse todos en pleno para evaluarlos convenio a convenio. Así, resume, «son entes que ya existen o que son una representación de los que ya hay para ser más operativos en las cosas nuevas que se crean, por ejemplo, en la protección de los olivares».

Alegaciones

Garcías resume que las alegaciones que han recibido son de la DGT, Asaja, Tramuntana XXI y GOB. En concreto, desgrana, «la DGT apunta que cuando se elabore el plan de movilidad y se desarrolle el término de carreteras paisajísticas se haga sin perjudicar las competencias de Tráfico. Evidentemente no hay la voluntad de pisar competencias». Por su parte, Santa Maria pide una ampliación de la zona de Tramuntana en su municipio.

Tanto Tramuntana XXI como Asaja se quejan en sus alegaciones de la burocratización de la gobernanza propuesta pero desde el Consell aseguran que la finalidad de estos nuevos entes precisamente es ganar «en operatividad».

Otra de las objeciones presentadas por Asaja, resume la consellera, es que la ley ponía trabas a la actividad agraria. En este punto, Garcías deja claro que la agricultura ha sido el motor de transformación de la Serra de Tramuntana. «Ahora la agricultura es menos presente pero la normativa quiere volver a darle una oportunidad de recorrido. Se habla de agricultura ecológica, de ecorregión, de especies propias de la Serra, de proteger olivares porque han hecho que la Serra tenga el paisaje que tiene. La propuesta de proteger los olivares sale de la mesa permanente. Asaja alega en contra pero pensamos que los elementos tan identificativos del paisaje se deben conservar», defiende Garcías que recuerda que las cooperativas propias de la Serra no hay alegado en contra de la norma.

Ley agraria

Asaja, prosigue Garcías, también alerta de que el texto interfiere en la ley agraria pero debe quedar claro que la ley agraria opera por encima. «Todo lo que no se haya ajustado bien a la ley agraria, se corregirá, por ello, la mayoría de las alegaciones de Asaja se pueden reconducir».

En definitiva, resume Garcías, «es una ley muy transversal como lo es la propia Serra. Hay realidades muy diferentes desde municipios turísticos como Calvià o Pollença y municipios como Escorca. La ley abarca estas diferentes realidades», defiende la consellera de Territorio.

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