«Era como si el Metro pasara por debajo de casa». Así describieron vecinos de Pòrtol el movimiento de tierra que el martes por la tarde noche causó algún que otro trastorno a los vecinos sobre todo de Santa Maria, Marratxí y Santa Eugènia, entre otros municipios colindantes. En concreto, fueron dos terremotos. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) confirmó que el primer movimiento se registró en Deià a las 19:46 horas de intensidad 2,2 y un segundo, a las 21.36 horas en Bunyola de intensidad 2,5. Pese a que los terremotos fueron pequeños su incidencia fue desigual entre los vecinos de los municipios afectados.
De hecho, en Marratxí algunos percibieron los temblores de tal manera que el pánico se apoderó de ellos e, incluso, confesaron que llegaron a preparar las maletas por si se repetían mientras que otros ni se percataron. Por ejemplo, vecinos de Pòrtol describieron el temblor como si el Metro pasara por debajo de su casa mientras que en la calle Major fueron muchos los vecinos que salieron de sus viviendas tras percibir el terremoto para averiguar los motivos del movimiento de tierra que habían notado. Otros se asomaron por la ventana por si el ruido era debido a un accidente. El caso es que en algunas casas se vivió una noche de insomnio y algunos niños sometieron a sus padres a un interrogatorio sobre qué es un terremoto porque estaban preocupados por "si el techo de casa se les caía encima".
Pero que lo hubieran notado más o menos era secundario, lo cierto es que este miércoles los dos pequeños terremotos registrados el martes a última hora de la tarde y por la noche protagonizaron las conversaciones tanto en bares como en los comercios de la zona. Algunos confesaron que durante la jornada de hoy aún llevaban el susto en el cuerpo mientras que otros no le dieron mucha importancia porque el movimiento que notaron fue mínimo.
Además de describir el fuerte temblor como «una explosión» a la que siguió un pequeño temblor de tierra, muchos vecinos acudieron a las redes sociales para expresar sus reacciones ante los dos pequeños terremotos del martes. Hubo tanto reacciones de sorpresa como de desconcierto. «Pensaba que era la lavadora», se compartió.
Pese a que el Instituto Geográfico Nacional situó el primer movimiento de tierra en Deià, su alcalde Lluís Apesteguia, confesó que en el municipio «no se notó nada». «Hasta que nos han dicho que éramos el epicentro del terremoto, no sabíamos nada. Yo a esa hora estaba en la calle y ni me di cuenta», relató el primer edil.
En cambio, el alcalde de Santa Maria, Colau Canyelles, detalló que escuchó un fuerte ruido y notó como los cristales temblaban pero confirmó que no se produjeron daños materiales en la localidad. De hecho, describió que el movimiento sísmico lo pilló en la cocina de su casa mientras hacía la cena. «Noté el temblor pero nada se movió, ni vasos ni nada», relata.
Sin daños materiales
El regidor de Hacienda, Tesorería y Comunicación de Bunyola, Miquel Pasqual, detalló que el terremoto se percibió más en las zonas del municipio más próximas a Santa Maria como Son Vivot, Son Muntaner o Baix des Puig pero que tampoco ocasionó daños materiales a pesar de ser el epicentro del segundo temblor que fue de 2,5 de intensidad en la escala de Richter.
