Ni las multas ni las inspecciones administrativas han amedrentado a los responsables del chiringuito ilegal de Cala Varques (en el municipio de Manacor) que durante este fin de semana han vuelto a 'abrir' su tenderete de bebidas y comida a pie de playa, sin ningún tipo de control y sin que de momento se haya actuado para impedirlo.
Lo más grave del asunto es que esto se produce apenas unas semanas después de que el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal, anunciara la imposición de una multa económica de 100.000 euros a los responsables, la restitución del espacio y el compromiso firme por parte del Govern de que este verano ya no habría comercio ilegal en el arenal virgen.
Sin embargo y pese a las promesas, el panorama en Cala Varques de cara a la temporada turística vuelve a ser muy preocupante. Han vuelto los coches aparcados de manera irregular en el camino que lleva a la cala, lo que se extiende durante los fines de semana hasta la carretera comarcal, con sus consiguientes problemas para la seguridad. También han aparecido de nuevo las tiendas de campaña y los espacios de acampada improvisados con plásticos y piedras que se han venido sucediendo durante la última década.
El consistorio manacorí ha confirmado, sin embargo, que este pasado miércoles santo, agentes de la Conselleria, de Costas y miembros de la Policía Local, acudieron a Cala Varques para inspeccionar posibles irregularidades, en una visita infructuosa ya que no hallaron abierto el polémico chiringuito.
A finales de marzo, la conselleria de Medio Ambiente anunció una sanción de más de 100.000 euros para los responsables del chiringuito ilegal que desde hacía ocho años operaba sin licencia en Cala Varques, "por alteración de las condiciones de un espacio de relevancia ambiental sin autorización con finalidad de carácter comercial". Un expediente iniciado a raíz de varias actas de los agentes de medioambientales y del Seprona en 2016.
Vidal reivindicó entonces la necesidad de que Demarcación de Costas esté gestionada desde Balears, "ya que lo contrario conlleva numerosos problemas de efectividad en la resolución de un problema tan grave como el de Cala Varques", con acampadas, masajes, escalada e incluso viviendas ilegales en cuervas cercanas. Aspectos responsabilidad de Costas.
El Govern actuó de forma subsidiaria "al ver la degradación y el impacto sobre el entorno durante todo este tiempo". El infractor reconoció a los agentes de Medio Ambiente la finalidad comercial del negocio ilegal que lleva a cabo, como mínimo, desde hace ocho años, según consta en las actas.
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