Los problemas de Cala Varques, pese a las últimas acciones del ayuntamiento de Manacor para subsanar las distintas ‘enfermedades’ que padece el arenal virgen, siguen creciendo al tiempo que lo hace la falta de seguridad en el tramo de la carretera comarcal Porto Cristo-Portocolom.

El consistorio ha remitido hace unos días una carta a la Guardia Civil reclamando su actuación urgente para empezar a multar y llevarse los vehículos estacionados ilegalmente a ambos lados de la carretera durante más de 300 metros en los aledaños del camino cerrado, y en la curva abandonada del antiguo trazado.

Lo curioso es que la Benemérita sostiene que sí que denuncia todos los coches mal aparcados, pero que la falta de un espacio donde llevarlos hace que ni siquiera pueda contratar a una grúa que transporte de forma forzosa a esos vehículos del asfalto.

Por eso la Policía Local de Manacor ya le ha ofrecido todo el espacio del que dispone para que, al menos la Guardia Civil de Tráfico (que es la responsable de la seguridad de la carretera) pueda llevar a cabo acciones de control sobre varios vehículos dando así ejemplo a los demás conductores temerarios. Y que si no puede, delegue en los agentes locales las competencias del tramo de la vía afectado. De momento ni Ayuntamiento ni Policía municipal ha obtenido una respuesta oficial.

El otro problema con el que se ha encontrado la Guardia Civil ha sido la falta de respuesta de la empresas de alquiler de coches, a la hora de tramitar las multas a los conductores extranjeros residentes en otros países.

Rotura del candado

Por otro lado, la rotura intencionada del candado de la valla que impide el paso al tráfico rodado por el camino hacia Cala Varques, ha hecho que estos días los dieciséis vecinos de la zona hayan tenido que ir a la comisaría de policia de Manacor a buscar un nuevo juego de llaves para la nueva cerradura que el Ayuntamiento ha colocado. Unas llaves que esta vez serán compatibles con los candados que a partir de ahora tengan que ser reemplazados por algún accidente de este tipo, ya que ha adquirido numerosos iguales.

Asimismo el ayuntamiento de Manacor está pendiente de las actuaciones de las consellerias de Trabajo y de Medio Ambiente, con respecto al cese de la actividad del chiringuito ilegal plantado desde hace unos años en la arena de Cala Varques. Se hace complicado incluso poder confiscar el género, puesto que los agentes sospechan que el responsable tiene una serie de vigilantes al inicio del camino que le avisan antes de que pueda llegar alguna amenaza legal.