La conselleria de Medio Ambiente del Govern anunció ayer el cierre de un expediente sancionador de más de 100.000 euros para los responsables del chiringuito ilegal que desde hace ocho años opera sin licencia en el arenal virgen de Cala Varques, en el municipio de Manacor "por alteración de las condiciones de un espacio de relevancia ambiental sin autorización con finalidad de carácter comercial".

Una multa que viene acompañada de la obligación de restitución del entorno tal y como estaba antes de la habilitación del quiosco irregular, situado en plena arena. Así, Medio Ambiente insta al denunciado a la restauración del entorno, el cese de la actividad de venta de bebidas y comida y el desmantelamiento de todas las instalaciones no autorizadas.

Vidal explicaba ayer que hay que reivindicar la necesidad de que Demarcación de Costas esté gestionada desde Balears, ya que lo contrario conlleva numerosos problemas de efectividad en la resolución de un problema tan grave como el de Cala Varques, con acampadas, masajes, escalada e incluso viviendas ilegales en cuervas cercanas. Aspectos responsabilidad de Costas pero no atajados de raíz.

"Podemos asegurar que este verano no habrá chiringuito en Cala Varques"; "hemos actuado de forma subsidiaria porque ya no nos quedaba otra, al ver la degradación y el impacto sobre el entorno durante todo este tiempo". Y es que según la Conselleria antes deberían haber actuado otras administraciones como Consumo, para determinar si lo que vendía en chiringuito estaba en condiciones y era legal; Trabajo, para saber si los empleados estaban reglamentados y asegurados o los cuerpos de seguridad como Policía o Guardia Civil.

Hace más de una década que Cala Varques, un arenal sin edificaciones, servicios ni vigilancia situado a unos cuatro kilómetros de Porto Cristo, viene padeciendo la masificación turística durante los meses de verano, lo que se traduce en acumulación de vehículos aparcados incluso en los márgenes de la carretera comarcal, inseguridad por un posible accidente y la proliferación de todo tipo de servicios alternativos sin licencia.

La cuantía del expediente sancionador es proporcional a los años en que ha permanecido abierta la cantina fraudulenta y el daño ocasionado al medio ambiente de la propia cala.

El infractor ha reconocido a los agentes de Medio Ambiente la finalidad comercial del negocio ilegal que lleva a cabo, como mínimo, desde hace ocho años, según consta en las actas.

Denuncias

Finaliza así un expediente sancionador iniciado a raíz de varias actas de los agentes de Medio Ambiente y del Seprona en 2016, en una campaña que impulsó la Conselleria aquel verano y que ha tenido continuidad en 2017 y en 2018.

"La Conselleria ha actuado en último término en vista de la pasividad de los organismos competentes, como la Demarcación de Costas, entre otros". Precisamente por ello, los próximos días se dará traslado de la resolución al resto de administraciones y áreas afectadas, para que aseguren que la cantina no se vuelva a instalar y apoyen las actuaciones que los agentes de Medio Ambiente lleven a cabo en este sentido.

Se espera que estos meses turísticos sean de nuevo movidos alrededor de Cala Varques dado el auge y la masificación alcanzada por el espacio natural, encumbrado por las redes sociales.