El santuario de Consolació honró ayer a Santa Escolàstica. Un puñado de fieles no quiso dejar de celebrar esta arraigada tradición y se acercó hasta este lugar pese a las dificultades de acceso como consecuencia del derrumbe de una parte de la carretera que conduce hasta la iglesia, hecho que ocurrió el pasado verano.

De forma complementaria, para los que no pudieron desplazarse al santuario por los problemas de la vía, se ofició otra misa en la parroquia de Santanyí, a la misma hora, doce de la mañana.

Sobre la situación actual de la carretera, cabe señalar que se está a la espera de las correspondientes resoluciones judiciales.

Precinto de actividad

El Ayuntamiento precintó la actividad, que calificó de "clandestina", y el propietario de la cantera, Biel Vidal, que también es portavoz de UM, continúa defendiendo que el derrumbe del acceso a Consolación no fue ocasionado directamente por la explotación. El precinto de la instalación ha perjudicado a cinco trabajadores.