Las asociaciones de guías turísticos de PIMEM se desmarcan de las declaraciones del Colegio Oficial sobre la masificación turística

Las asociaciones de guías turísticos de la Pequeña y la Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM) ABGT (Associació Balear de Guies Turístics) y Proguias se desmarcan de las declaraciones realizadas por Pedro Oliver, presidente del Colegio Oficial de Guías Turísticos de las islas, a este diario en relación a la masificación turística. Consideran que con ellas solo se pretende «alarmar a la población y crear un clima de mala convivencia».

Este lunes este rotativo publicaba una información en la que Oliver apuntaba que «en Palma y los pueblos insultan y chillan a los turistas» y donde ponía de ejemplo que cuando los guías van con grupos de visitantes «por la calle de la Cámara de Comercio, por el barrio judío, bloqueamos a los vecinos y el ruido es imposible». Ambas entidades de la patronal mallorquina califican estas afirmaciones de «surrealistas» y afirman que «solo pueden responder a pocos y aislados casos de turismofobia que no deberían usarse como punta de lanza para poner al colectivo de los guías en la picota».

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Así, manifiestan su preocupación por que Oliver «se erija como portavoz de un colectivo y denoste a la profesión, cuando hemos observado reiteradas veces que predica unos valores o comportamientos que luego no son representados en sus acciones cotidianas».

Sobre el hecho que también se trata en la información referente a las paradas de los autobuses turísticos, tema que está generando mucha polémica en los últimos días precisamente por las quejas de algunos colectivos y las restricciones que se buscan llevar a cabo desde la Autoritat Portuària de Balears (APB), ambas asociaciones manifiestan que «a día de hoy, pese a tener soluciones fáciles, rápidas y sin apenas coste, desde las instituciones no se ha movido ficha y de nuevo se culpa al 10-11% del turismo que recibimos de ser el responsable de masificar las ciudades, cuando parece que el 89-90% restante no molesta».

Por todo ello, critican que «alguien se pueda expresar en estos términos» -en referencia a Oliver- «cuando por un lado se anuncia como guía turístico y organizador de eventos, y por otro denuncia los problemas que directa o indirectamente él mismo puede estar causando».