Los musulmanes celebran en Palma la cena de Ramadán

Un centenar de personas se reunió en Pere Garau en un encuentro colectivo para romper el ayuno

Alrededor de un centenar de musulmanes se han reunido esta tarde en la plaza Pere Garau de Palma para celebrar la cena de Iftar. Es una reunión que se celebra cada año y en la que los seguidores de esta religión rompen todos juntos el ayuno durante este mes de Ramadán mediante una cena colectiva.

Estas fechas especiales para esta comunidad empezaron a principios de esta semana. Durante prácticamente un mes los musulmanes están obligados a seguir un ayuno. Durante las horas de sol no pueden comer alimentos. Este ayuno lo hacen como un sacrificio a favor de la religión que profesan. 

El año pasado esta celebración se organizó en la plaza de las Columnas y fueron invitados los representantes políticos, acudiendo, entre otros, el entonces alcalde de Palma. También asistió el obispo de Mallorca, que compartió esta cena especial con la comunidad musulmana. Sin embargo, este año no acudió ninguna representación institucional. 

Anastasio y Esther son dos españoles que han participado como seguidores de la religión musulmana a esta cena colectiva. Explicaron que, en realidad, el sacrificio que se hace durante el Ramadán es mínimo y además sirve para lograr una cura física, pero sobre todo espiritual. 

Los musulmanes rompen el ayuno comiendo dátiles. En la cena de esta tarde se ha servido la denominada sopa de Ramadán que, entre otros productos, está compuesta por garbanzos, tomate, carne, cebolla y varias especies. 

La Liga Musulmana, que es la que organiza esta celebración en Palma, fue la que se encargó de elaborar estos alimentos para que los seguidores de la religión los degustaran para romper el ayuno en la jornada de esta tarde. Inicialmente, estaba previsto la presencia de unas 200 personas. Al final fueron menos los asistentes, pero los organizadores destacaron que con este tipo de reuniones se da a conocer a los ciudadanos que no conocen la religión islámica la importancia que representa para el colectivo este mes de Ramadán. Y también sirve para lanzar el mensaje de que el islam no es una religión violenta, sino todo lo contrario, predica la paz.