Adiós a un clásico en Palma: El bar Riu Dolç se transformará en un bloque de viviendas de lujo
El establecimiento se mantendrá abierto dos años más, que será cuando se levante la finca, que ocupará el solar que deje libre el bar y la tienda de pinturas vecina
Hay negocios que sin relevo es muy difícil que subsistan y a veces, incluso habiendo descendencia, la naturaleza del mismo trabajo ya no resulta atractiva a las nuevas generaciones.
El caso del bar Riu Dolç en Palma es el primero. Toni Perelló, su actual propietario, está a dos años de la jubilación y empieza a planearse su retiro. “He vendido el bar y el piso de arriba a unos inversores que harán viviendas. El local vecino también ha vendido como yo”, explica a este diario el dueño del histórico bar del barrio del Conservatori. En concreto, se refiere a la tienda de pinturas Imperbalco, en la misma calle Alfons el Magnànim.
Ya se publicita la promoción
De hecho, los rumores de venta se confirmaron ayer, cuando los promotores de los pisos de lujo hicieron colocar una gran valla de publicidad de la promoción sobre este último comercio.
La finca que se construirá ya se anuncia también en la web de Vae Homes, la promotora. Según la información que se aporta, de momento escasa, se levantarán 12 viviendas con aparcamientos y zona comunitaria con piscina. Los pisos podrán adquirirse desde 420.000 euros más IVA.
“A mi edad, sólo me queda un año y medio para jubilarme y no tengo a nadie para que continúe con el bar, así que vendo. El establecimiento seguirá abierto estos próximos dos años aproximadamente, porque no empezarán a construir entre permisos y gestiones hasta dentro de 24 meses calculamos. No quiero alquilar el local porque no quiero ningún dolor de cabeza, a estas alturas de la vida me retiro para vivir tranquilo lo que me quede”, confiesa Toni del Riu Dolç a este periódico.
Hay que recordar que el pasado mes de diciembre falleció Miquel Perelló, hermano de Toni, el hombre que dio vida al Riu Dolç, bar habitado por taxistas, amantes del trote, periodistas, actores, parados, mecánicos, jubilados, estudiantes y músicos. Un refugio para los amantes de los bares normales.
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