‘En Figuera’ espera su gran noche: El reloj de la plaza de Cort, ya engrasado para dar las campanadas de Nochevieja

El mecanismo del reloj de Cort ya está a punto para dar las campanadas en Nochevieja

FOTOS Y VÍDEO | El reloj de Cort a punto para dar las campanadas en Palma: así es el maravilloso mecanismo que funciona desde 1863

Bernardo Arzayus

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

‘En Figuera’ será el centro de las miradas este domingo en su gran noche. Centenares de personas se tomarán las uvas al ritmo de las campanadas que tocará el reloj de Cort, que preside la plaza del Ayuntamiento. Biel Julià y su padre, Antoni Julià, son los relojeros que se encargan de velar por que nada falle durante esos segundos que mantendrán en vilo a los palmesanos.

«Visitamos el reloj cada semana, normalmente los viernes, para engrasarlo, graduar las oscilaciones del péndulo y ponerlo en hora. Ahora que se acerca Nochevieja, vamos un día o dos antes para afinarlo al máximo. Como una de nuestras revisiones habituales, pero más exhaustiva», explica la familia, propietaria de la relojería Brújula en Felanitx y encargada del mantenimiento de los relojes de varios ayuntamientos de Mallorca.

Julià padre, como de costumbre, seguirá las campanadas desde el Ayuntamiento de Palma «para comprobar que sale todo bien», aunque con la puesta a punto de estos días no hay lugar a dudas: «Además de graduarlo, lo limpiamos todo muy bien y subimos a la campana para revisar que nada haya obstruido los martillos», comenta Biel Julià en palabras a este periódico.

Además, para que dé la hora más exacta posible la noche de las campanadas, lo compararán con la hora de satélite que ofrecen los teléfonos móviles: «El simple hecho de que cambie la temperatura ya puede atrasar o adelantar el reloj, porque deforma el tamaño del metal e influye en el ritmo de la maquinaria», detalla Julià hijo.

La esfera, ubicada en la tercera planta del edificio más antiguo de Cort, es la cara visible del antiguo reloj, cuya historia se remonta al año 1386. Más arriba, en un habitáculo al que se accede por una estrecha escalera, se encuentra la compleja maquinaria del reloj, conectado a una campana de más de 1.800 kilos que sonará doce veces (18, contando los cuatro cuartos) la noche del 31 ante la mirada de la multitud.

El mecanismo de ‘En Figuera’ se divide en tres partes, explica Biel Julià: «Una se encarga de hacer sonar los cuartos, otra la campana de las horas y la parte central hace funcionar las agujas. Se van activando a través de palancas y transmisiones», continúa. Los Julià, que restauraron ‘En Figuera’ hace tres años, se muestran tranquilos y convencidos de que todo saldrá bien: «Es de buena calidad y la hora, aunque hay que controlarlo, suele variar muy poco. Igualmente, mis padres suelen tomar las uvas dentro del reloj para tenerlo todo bajo control».

Suscríbete para seguir leyendo