Movilización ciudadana en Mallorca con la Plataforma contra los Megacruceros para pagar la multa de 4.000 euros al velero Rafel Verdera
La entidad logra en solo dos días 2.000 de los 4.000 euros de la multa por la protesta contra la llegada a Palma del crucero 'Wonder of the Seas', el buque turístico más grande del mundo
En apenas dos días, la Plataforma contra los Megacruceros ha conseguido recaudar, gracias a la solidaridad ciudadana en Mallorca, entre particulares y entidades, 2.000 de los 4.000 euros a los que asciende la multa que la Marina Mercante ha impuesto a los propietarios de la histórica embarcación Rafel Verdera, tras participar, el 9 de mayo de 2022 en la protesta contra la llegada a Palma del crucero más grande del mundo, el Wonder of the Seas, de 362 metros metros de eslora, una manga de 62 metros y un peso bruto de 236.857 toneladas.
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La acción reivindicativa contra la saturación de cruceros en el puerto de Palma fue un acto simbólico, sin el menor incidente, en el que los organizadores se embarcaron en el histórico pailebote, navegaron en los alrededores del crucero y desplegaron la pancarta con el lema: "Fora d'escala. Aquest turisme és insostenible". Sin embargo, posteriormente el Rafel Verdera, de 30 metros de eslora, fue sancionado con 4.000 euros de multa, 6.000 en un primer momento, por exceder su capacidad máxima de pasajeros, pues los periodistas subieron a bordo para informar de la protesta.
La Plataforma contra los Megacruceros lanza un crowdfunding para pagar una multa de 4.000 euros
Campaña de crowfunding
La Plataforma presentó ayer la campaña de crowfunding en en el portal Goteo (https://ca.goteo.org/project/una-multa-fora-descala) bajo el lema Una multa fora d'escala y hoy ya ha recaudado algo más de la mitad del importe "Gracias a les 56 persones y entidades que han realizado su aportación, hemos recaudado ya la mitad del importe de la multa", ha agradecido la asociación Joventud x Clima, una de las entidades que forman parte de la plataforma.
El coloso de la naviera Royal Caribbean llegó a Palma por primera vez el 3 de mayo, en una escala que se volvió a reptetir seis días después, el día de la protesta, con sus 6.988 pasajeros y sus 2.300 tripulantes. Y lo hizo apenas unos días después del acuerdo alcanzado mediante el cual Palma se convirtió en el primer puerto español -y el segundo del Mediterráneo tras Dubrovnik- en limitar a un máximo de tres al día el número de cruceros y, de ellos, solo uno podrá ser un megacrucero de más de 5.000 plazas. No obstante, este acuerdo ya había sido criticado por la Plataforma contra los Megacruceros, que calificó el acuerdo como “muy poco ambicioso”.
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