El Ayuntamiento de Palma vetará el derribo de edificios desprotegidos por el Plan General

«Todas las órdenes de demolición contarán con un informe preceptivo», afirma el regidor Óscar Fidalgo

Pleno del Ayuntamiento de Palma, esta mañana.

Pleno del Ayuntamiento de Palma, esta mañana. / Manu Mielniezuk

Jaume Bauzà

Jaume Bauzà

El Ayuntamiento de Palma vetará el derribo de los últimos 350 edificios que se incluyeron en el catálogo municipal por su valor histórico o arquitectónico y que se han quedado sin protección al haber decaído el Plan de Ordenación Detallada (POD), documento que desarrolla el Plan General y que tendrá que volver a aprobarse.

«Todas las órdenes de demolición contarán con un informe preceptivo de la Gerencia. Eso nos permitirá determinar caso por caso si esos inmuebles estaban en el antiguo catálogo. Así será hasta que aprobemos una normativa definitiva», ha explicado el regidor de Urbanismo y Vivienda, Óscar Fidalgo, durante el pleno del Ayuntamiento que ha aprobado una serie de cambios que han provocado que el urbanismo de Palma vuelva a regularse en parte según el Plan General de 1998.

Además de quedar expuestos 350 edificios catalogados, desaparecen muchas de las restricciones existentes para abrir bares y salas de juego. Fidalgo ha asegurado que Cort trabaja para evitarlo.

"Urbanismo a la carta"

Durante el debate en el pleno, la portavoz de Més per Palma, Neus Truyol, ha criticado que "dejar caer el POD demuestra que prefiere trabajar con un urbanismo a la carta y con el clientelismo que el PP siempre ha demostrado". La regidora, responsable de Urbanismo la pasada legislatura, ha lamentado que la normativa "planteaba unas reglas de juego muy claras que beneficiaban a toda la población". En cambio, "ahora hacen que afloren los intereses de unos pocos que quieren hacer negocio con la ciudad".

Truyol ha reiterado que "se podría haber hecho una segunda exposición pública" en lugar de hacer decaer el documento. Y ha advertido de que "se elimina la limitación de abrir bares y restaurantes en menos de cien metros, las restricciones a las salas y casas de apuestas y se facilita el alquiler turístico en unifamiliares en barrios como Son Espanyolet", ha lamentado.