Paralizan por graves irregularidades las obras del beach club que el museo Es Baluard construye sobre la muralla

El departamento de Patrimonio halla hasta siete deficiencias que no se encontraban en el proyecto original que aprobó el Consell de Mallorca en la pasada legislatura

El adjudicatario, que ganó el concurso convocado por la Fundación es Baluard y firmó el contrato, en mayo de 2022, convierte la antigua estructura móvil del restaurante en otra fija

El departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca ha paralizado por graves irregularidades las obras de construcción de un restaurante beach club en los exteriores del museo Es Baluard de Palma, que se ejecutan sobre la muralla renacentista, elemento declarado Bien de Interés Cultural, el mayor grado de protección patrimonial que existe. El proyecto de la empresa de restauración Grupo Tragaluz, convierte el antiguo kiosko restaurante, una estructura móvil sobre la muralla, en otra fija y cerrada para el ciudadano sobre el espacio público, con una tarima de hormigón, muros de ladrillo que crean múltiples divisiones y cerramientos, jardineras y una ocupación que apenas deja un metro y medio de distancia entre el lienzo de muralla del museo y el que se levanta en el Passeig Sagrera.

Las irregularidades detectadas por el Consell de Mallorca son siete. En primer lugar una excavación no autorizada para el paso de instalaciones que actualmente se ha tapado con hormigón, mientras queda a la vista otro paso abierto para la canalización de gas natural. En segundo lugar, construir paredes y muros con bloques prefabricados de ladrillos que no figuran en el proyecto autorizado por el Consell de Mallorca y que tienen un caracter permanente sobre el pavimento histórico de la muralla y sin ninguna proteccion.

En tercer lugar, constuir jardineras de obra sobre el pavimento de la muralla con piezas cerámicas, cuando en el proyecto solo figuraban jardineras metálicas. En cuarto lugar, levantar paredes no autorizadas sobre el pavimento de la muralla. En sexto lugar, construir una jardinera sobre el recorrido de la muralla, con una madera como encofrado y una base de hormigón. Y en séptimo lugar, construir es espejo de agua como elemento decorativo sobre el pavimento histórico con una estructura de ladrillos de obra.

El promotor de la obra es el Grupo Tragaluz, empresa de restauración con otros locales en Mallorca, como el restaurante Spot del barrio de Santa Catalina, que ganó el concurso que se convocó el 16 de septiembre de 2021, firmando el contrado en mayo de 2022 con la Fundación es Baluard, participada por Govern, Consell de Mallorca, Ayuntamiento de Palma y la Fundació d'Art Serra.

El proyecto de obra ahora paralizado fue aprobado por la comisión de Patrimonio del Consell de Mallorca durante la pasada legislatura de gobierno del Pacto.

El proyecto convierte el antiguo kiosko-resturante, de estructura móvil, en una estructura fija y permanente

El proyecto convierte el antiguo kiosko-resturante, de estructura móvil, en una estructura fija y permanente / Manu Mielniezuk

La denuncia de ARCA que desveló las irregularidades

La Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA)criticó este miércoles la "invasiva" construcción de una terraza, de más de 20 centímetros de altura, con ladrillos de obra, que ocupa "gran parte" del Baluard para un negocio de restauración.

La Asociación explicó que la obra "coloniza el entorno patrimonial y afecta a la muralla, demostrando desprecio, como si fuera un decorado donde colocar sus intervenciones". Asimismo se quejó de que también se está construyendo un cerramiento para la lámina de agua, "innecesaria y despersonalizante", y colocando unas pérgolas fijas que "harán un efecto pantalla sobre los muros".

Por otro lado, aseguró que las intenciones "son claras", gozar de un espacio "privilegiado" para beneficio de un negocio, "sin demostrar respeto por el propio monumento".

Desde ARCA recordaron que la rehabilitación es Baluard se hizo con dinero público "para recuperar una parte de la historia y del paisaje" de la isla, por lo que opinan que "un negocio de restauración que ocupe una parte de la terraza es admisible, pero no una invasión estética que tapa y distorsiona".

Entarimado de ladrillo y hormigón sobre las terrazas de es Baluard, un espacio público protegido

Entarimado de ladrillo y hormigón sobre las terrazas de es Baluard, un espacio público protegido / Manu Mielniezuk

¿Qué dice la Ley de Patrimonio al respecto?

El primer kiosko bar del museu Es Baluard ya fue autorizado con polémica en la ponencia técnica de la comisión de Patrimonio celebrada el 14 de noviembre de 2003, en la misma sesión en la que se autorizó la colocación de la escultura Bou de Santiago Calatrava, de 45 toneladas, tres meses antes de que el museo fuera inaugurado.

Ley de Patrimonio Histórico de les Illes Balears se refiere en dos artículos a la colocación de elementos exteriores en los inmuebles catalogados como Bien de Interés Cultural y a los criterios de intervención.

El artículo 31 de dicha ley señala claramente que "en los bienes de interés cultural se prohíbe la colocación de elementos e instalaciones que supongan una ruptura de la estructura o de la composición de la fachada". Y se añade: "En los bienes catalogados deberán tener las dimensiones mínimas técnicamente viables y se deberán situar en lugares donde no perjudiquen la imagen del inmueble o no alteren gravemente la contemplación".

Por su parte, en el artículo 41 se especifica: "Se prohibirá la colocación de elementos e instalaciones que impliquen una ruptura de la estructura o la composición de la fachada o que impliquen un perjuicio para la contemplación o el disfrute ambiental del entorno". Y subraya en el apartado 3: "El volumen, la tipología, la morfología y el cromatismo de las intervenciones en los entornos de protección de los bienes inmuebles de interés cultural no podrán alterar el carácter arquitectónico y paisajístico del área ni perturbar la visualización del bien".

El espacio sobre el que se levanta el nuevo restaurante beach club de es Baluard forma parte de la antigua muralla renacentista de Palma, contruida durante la segunda mitad del siglo XVI y todo el siglo XVII. Se empezó por los baulartes y se terminó por la fachada marítima. Lo que queda de aquella quinta muralla de Palma goza del máximo nivel de protección patrimonial