Vecino afectado por la fiesta de un viaje de estudios en el Molí des Comte en Palma: “Nos bombardeó los oídos y el cerebro”

Un vecino de Establiments relata las molestias que padeció este martes en casa por la fiesta a todo volumen de un viaje de estudios

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Los viajes de estudios se expanden a los barrios de Palma: Malestar por fiestas en el Molí des Comte

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

Un vecino de Establiments, Jaime Alemany, ha contactado este miércoles con este periódico por las molestias que padeció este martes en casa por la fiesta a todo volumen en el restaurante Molí des Comte. Un evento organizado por un promotor dirigido a jóvenes en viaje de estudios.

“Desde las 16 horas, en casa acabando de comer, un tremendo ruido procedente del exterior y vibraciones que mueven los platos y producen ondas concéntricas en el líquido de los vasos que están sobre la mesa. Hemos recogido a los nietos del colegio a las 15 horas y en estos momentos estamos en la mesa. Pensamos que se trataría de un corto espacio de tiempo y cerramos las ventanas. Como el calor aprieta, conectamos el aire para refrigerar la estancia”, explica este vecino.

“Ese ruido estridente no es música precisamente relajante para la hora del descanso después de la comida. Se trata de un molestísimo ruido que bombardea oídos y cerebro. Estamos en época de exámenes y en casa estudian nuestros nietos, o deberían hacerlo si, el rugido de los equipos de sonido de una fiesta al aire libre, con muy fuertes emisiones permitiese un mínimo de concentración”.

Camino que conduce al Molí des Comte.

Camino que conduce al Molí des Comte. / Manu Mileniezuk.

“Nos dijeron que tienen autorización y permisos”, cuenta Alemany. “Preguntamos por los responsables y la única respuesta que obtuvimos fue invitarnos a salir a la calle por tratarse de una fiesta privada en una propiedad privada. Una propiedad privada en la que se están produciendo ondas sonoras invasivas de otras propiedades también privadas, y donde esas ondas, a su paso invasivo, molestan. Va a pasar siete veces más durante este mes de junio. Eran las once y cuarto de la noche y aún emitían ruidos, cañones de luz de diferentes colores apuntando a todos lados. Me dijeron que a las 11 se cerraba la fiesta. Si la autorización es real, quien la firmó ¿lo autorizaría a pocos metros de su casa?”, sentencia el vecino.