La Associació Barri Cívic de Santa Catalina ha denunciado este jueves que la actuación policial "no es efectiva" en el barrio, pese a que el Ayuntamiento de Palma ha reforzado la presencia de agentes después de varias semanas de quejas y protestas.

La presidenta de la entidad vecinal ha cargado contra Cort por imponer medidas "débiles" en la zona, que no surten efecto y que más bien son un "maquillaje" para la "injusta situación" que viven los residentes.

Pese a haber enviado refuerzos policiales a la barriada, el Consistorio no ha logrado apaciguar la polémica: "Esta alarmante situación nos está matando", han manifestado los vecinos, representados por la asociación. Según han explicado, estas semanas continúa el exceso de ruido en los locales de ocio, sobreocupación en las terrazas y consumo de alcohol en la vía pública.

Tres miembros de la organización han expuesto una pancarta esta mañana frente a Cort con las palabras "Silencio, respeto, civismo", pocos minutos antes del pleno municipal de este jueves, en el que desarrollarán una intervención para trasladar su malestar al equipo de gobierno.

Entre las medidas que exigen está declarar Santa Catalina, es Jonquet, y la zona de las calles Monsenyor Palmer y Torrente como zonas sobresaturadas para que no se permita la apertura de más locales de ocio nocturno o restauración, ni tampoco ampliar los establecimientos que ya existen.

También han reclamado que se reduzca a un 50% la ocupación de las terrazas en el espacio público en la calle Fábrica, con el fin de evitar que cada noche se aglomeren "más de 1.000 personas en una calle de 500 metros". Además, sugieren colocar más mobiliario público que delimite las zonas no ocupables por la actividad privada, como jardineras o plantas.

Otra propuesta destacada es la de colocar sonómetros en las zonas sensibles del barrio y publicar los resultados de las mediciones a tiempo real en la página web del Ayuntamiento.