Al alcalde de ses Salines

Ponç Vaquer i Jaume

Puedo prometer y prometo. Llama la atención cómo este lema electoral usado en la década de los 80 ha pasado a ser una práctica de algunos políticos en su quehacer diario. Este es el caso del actual Alcalde de Ses Salines.

En el pasado mes de agosto del 22, y delante de más de 50 personas, todas ellas residentes veraniegos y residentes perennes ubicados en la plaça de Es Pou d’en Verdera de Sa Colònia de Sant Jordi, prometió que cambiaría las instalaciones del campo de fútbol, que por su mampostería resulta una fuente de ruidos y quejas de los vecinos al no permitirle el descanso que uno busca en su periodo vacacional, con horarios infrahumanos. Prometió que cambiaría la instalación, trasladándola al campo de deportes de Sa Colònia, y en su lugar ubicaría un espacio para realizar ejercicios gimnásticos. Todo ello tenía que estar cumplimentado en Navidades. Nos encontramos a cinco meses del plazo prometido sin haberse realizado nada de lo prometido.

La oposición política en su medio de difusión, expresa que el Sr. Alcalde ha prometido a otro colectivo que no va ha realizar el cambio prometido en primera instancia a los vecinos de la plaça.

Visto lo visto, uno se pregunta si la palabra de un político sirve para algo. 

No es de extrañar la desazón y el desapego social que sufren nuestros políticos, al creer que con promesas ya nos tienen contentos, y mientras hacen lo que les vienen en gana.

¿Cuál de las dos promesas va a inclumplir, Sr. Alcalde?