Opinión | PENSAMIENTOS

El top diez de la golfería

Juan Carlos de Borbón

Juan Carlos de Borbón / EFE

Esta clasificación no tiene ningún valor científico, más bien lo contrario. Es un listado de los personajes de la reciente historia española que nos parecen más golfos. Existen muchos otros. El amable lector puede completar la relación a su gusto.

Número 1. Juan Carlos de Borbón. El Rey emérito presumió durante décadas de ser un monarca católico y de presidir una familia ejemplar. Lo cierto es que sus infidelidades se cuentan por millares y que sus prácticas religiosas eran una pura pantomima. Aparentó ser honrado, mientras engañaba a Hacienda como un poseso, amontonaba dinero negro en paraísos fiscales y cobraba comisiones a lo grande.

Número 2. Luis Roldán. Nos desvirgó en materia de corrupción. Su nombramiento como el primer civil al mando de la Guardia Civil nos hizo creer que algo estaba cambiando (para mejor) en España. Robó todo lo que pudo de las arcas públicas. Las fotos de sus orgías en un hotel de Palma inauguraron un estilo cutre, casposo y machista de la corrupción.

Número 3. Carles Puigdemont. Quizás debería estar a la cabeza, méritos no le faltan. Dio un gatillazo con la proclamación de la independencia de Catalunya. Permitió malversar decenas de millones de euros para una locura llamada «procés». Siempre ha vivido a lo grande a costa de los impuestos de todos los españoles. Es cobarde y manipulador. Pese a todo, un millón de personas le votaron.

Número 4. Pepe Villarejo. Estoy fascinado con su vida de pícaro y víbora. Se hizo millonario al mismo tiempo que hacía trabajos sucios para gobiernos del PSOE y del PP. Convirtió el ministerio del Interior en una máquina para machacar a cualquiera al margen de la Ley. Ha dejado al Cuerpo Nacional de la Policía, parte de la Justicia y un sector de la prensa a la altura del betún. Hay pruebas a patadas: lo grababa todo.

Número 5. Koldo García (Luis para los colegas). Era un don nadie violento y españolista. Se hizo íntimo del dirigente socialista José Luis Ábalos, de vida un tanto licenciosa. Supo aprovechar las oportunidades para sacar tajada con fondos públicos, pero le han pillado con el carrito del helado. Fue muy torpe a la hora de blanquear. Puede pasar a la historia.

Número 6. Bárbara Rey. La actriz y vedette fue una musa erótica para miles de españoles reprimidos. Pese a sus escasas facultades artísticas, supo encandilar al marchoso Borbón. Sin sentencia que lo demuestre, chantajeó al Estado y se llevó en crudo decenas de millones de pesetas.

Número 7. Rita Barberá. La eterna alcaldesa de Valencia inauguró el populismo. El Partido Popular hizo durante décadas del Regne de València un cortijo. Barberá, simpaticona y rocera, era la reina. Hubo desvíos de fondos a tutiplén.

Número 8. Maria Antònia Munar. Guapa, elegante e inteligente. Creo un partidillo sin ideología pero resultón. Unió Mallorquina fue el comodín para dar el poder al PP o al PSOE. Munar y sus compañeros se cobraron con creces los apoyos. Acabó en la cárcel, pero nunca se descubrió su inmensa fortuna.

Número 9. Luis Bárcenas. Se irá a la tumba ocultando los peores pecados de sus excompañeros de partido y de la cúpula empresarial española.

Número 10. Iñaki Urdangarin. Pobrecito. Emparentó con la Familia Real siendo un vulgar plebeyo. Se montó un lucrativo chiringuito, pero hubo un juez valiente que lo desenmascaró. Ha vuelto a la plebe, de donde no debería haber salido.

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