DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER | TRIBUNA

Somos igualdad

Somos igualdad

Somos igualdad

Marga Prohens

Marga Prohens

Soy de una generación de mujeres que decidimos que no queríamos renunciar a nada, que queríamos formarnos, que queríamos tener una carrera, la que quisiéramos, nuestra independencia económica, elegir a quién querer, decidir libremente formar o no una familia, tener nuestra libertad, sin tener que pedir ni permiso ni perdón a nadie, y poder ser quienes somos.

Sin embargo, si bien otro año más, en este 8 de marzo, en este Día de la Mujer, podemos y debemos celebrar que es mucho lo que hemos avanzado de un tiempo a esta parte y reconocer el empeño de todas aquellas que han abierto camino, que se han abierto paso, que han roto techos de cristal y que han alzado la voz, todavía nos toca reivindicar que queda camino por recorrer para alcanzar una igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

Seguimos constatando una brecha salarial por la que las mujeres cobran un 13,7% menos que los hombres, y la principal causa de esta desigualdad es la brecha que se produce por la maternidad, por las renuncias, demasiadas veces forzosas, que tienen que hacer muchas mujeres que libremente quieren ser madres, frente a las dificultades que existen para la conciliación laboral y familiar.

Según los datos más recientes de los que disponemos, el 92% de las personas inactivas que no buscan trabajo para dedicarse al cuidado de niños, enfermos, personas con discapacidad o mayores son mujeres; el 71% de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres; y el 72% de las excedencias para cuidados de familiares, que son permisos no retribuidos, son también mujeres.

Todo esto, evidentemente supone una interrupción de la carrera profesional de las mujeres o de sus proyectos empresariales, y evidentemente aquí se abre una brecha. Si bien en algunos casos son una renuncia personal, totalmente legítima, porque cada mujer tiene que elegir en libertad su proyecto de vida, y por eso existen todas estas figuras y permisos; en la mayoría de ocasiones es porque no tienen alternativa y hay una renuncia forzosa ante las dificultades de conciliación. A falta de seguir avanzando en una mayor corresponsabilidad para que no sean casi siempre ellas las que renuncien, es ahí donde tiene que entrar la administración.

Por eso, desde el Govern de les Illes Balears, mediante la colaboración entre el IB-Dona y la Dirección General de Ocupación y Salud Laboral, destinaremos este año un millón de euros para el asesoramiento a empresas en la implantación de planes de igualdad, para la implantación de medidas de conciliación, tanto en aquellas empresas de más de 50 trabajadores que están obligadas, como en aquellas de menos de 50 trabajadores, con el objetivo de garantizar la libertad de las mujeres de no renunciar a nada.

Con el mismo objetivo, trabajamos también con los agentes sociales de las islas en la redacción de la primera Ley balear de Conciliación y Corresponsabilidad, que recogerá la introducción de medidas de conciliación en las negociaciones de los convenios colectivos, que regulará nuevas ayudas para madres que se reincorporen a su puesto de trabajo tras la maternidad o incentivos a las empresas para la racionalización y flexibilización horaria.

En mis primeros cincuenta días en el Govern aprobamos ya el que era un compromiso ineludible: la gratuidad de toda la etapa educativa de 0 a 3 años, que ya beneficia a más 12.000 familias y, como ya hemos anunciado, destinaremos recursos adicionales para llegar a 500 familias más. Un derecho de nuestros niños, pero que, por supuesto, es imprescindible para la conciliación y las corresponsabilidad en las familias, para echarles una mano.

Con todas estas medidas y con el compromiso e implicación de toda la sociedad, debemos seguir avanzando en la conciliación y en la corresponsabilidad, para superar esas brechas, al tiempo que seguimos trabajando en retos como la erradicación de discursos machistas o de cualquier tipo de violencia contra la mujer, sin duda, lacras que no podemos olvidar en un día como hoy. Porque somos conciliación y corresponsabilidad. Somos igualdad, somos mujeres.