DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER | TRIBUNA

8M: Invitación a unirnos por la vida desde la diversidad

Martha Zein/María de Vargas

Estimadas Mujeres Feministas y personas Aliadas.

Un saludo para todes más allá de vuestro lugar de origen por sexo, raza, clase, nacionalidad u otras categorías que nos atraviesan

Hace siglos que las mujeres hemos formado parte de iniciativas, rebeliones y revueltas que han generado grandes cambios sociales. Nos hemos organizado entre olas y mareas a través de colectivos sin forma definida que han permitido construir alianzas en torno a objetivos comunes, siendo esta estrategia la clave de nuestra fortaleza.

La potencia de estos lazos nos ha permitido mantener vivas las reivindicaciones de quienes nos antecedieron para el bien de todas en este planeta. Ser reconocidas como ciudadanas con derecho al voto, estudiar y trabajar fuera de casa, decidir sobre nuestros cuerpos, ser herederas y propietarias de tierras, alcanzar el reconocimiento y las oportunidades más allá de nuestras diferencias de raza o clase, eliminar todas las formas de violencia… sigue cuestionando la gobernanza en múltiples geografías.

Recordemos cómo lo hemos hecho. La disponibilidad para enlazarnos y abrir debates en torno a múltiples injusticias, nuestras innumerables marchas y creativas pancartas capaces de expresar la abundancia de nuestra diversidad han sido la forma de un largo trabajo colectivo para alcanzar un frente común: Mejores condiciones de vida para las mujeres y otros muchos colectivos marginados.

Ha sido así como hemos podido incorporar en las agendas de estados y organismos internacionales el bienestar de las mujeres y los diversos grupos sociales con quienes nos hemos vinculado. Muchas recordamos la cuarta conferencia internacional organizada en Beijing en 1995, donde una amplia diversidad de movimientos feministas consiguieron que los gobiernos de 189 países incorporaran medidas para el progreso de las mujeres, la igualdad de género y una mayor equidad para la humanidad.

El siglo XXI pone encima de nuestra mesa nuevos retos. Las tradicionales dimensiones políticas, económicas y sexuales se han complejizado. En el seno del turbocapitalismo estamos llamadas a revisar las formas de entendernos como sujetos, en lo privado y en lo político, pues tanto impulso a las individualidades favorece al patriarcado y sus opresiones. Podemos oír su respiración tras la emergencia climática, los conflictos armados, la concentración de la riqueza, el futuro de un planeta cuya agua potable comienza a ser escasa... Por eso no es baladí preguntarnos cuál es el futuro que inspira nuestro caminar feminista y cómo se define a quien defendemos y a quien dirigimos nuestras reclamaciones. Recordemos que al patriarcado y al capital les interesa promover batallas, individualismos y polarizaciones.

Para hoy 8 de marzo en Baleares se han vuelto a convocar dos manifestaciones desde feminismos que tienen perspectivas diferentes pero no incompatibles. Hagamos que la sororidad prevalezca sobre las diferencias, dialoguemos, establezcamos acuerdos a partir de los objetivos compartidos, escuchémonos y digamos de nuevo al unísono: «Nuestra lucha es por la Vida».