Sofía de Grecia, la reina mallorquina

La Reina Sofía recibe la Medalla de Oro de Balears en sa Llonja

La Reina Sofía recibe la Medalla de Oro de Balears en sa Llonja / Manu Mielniezuk

Miguel Vicens

Miguel Vicens

Desde la recuperación de la monarquía en España, nadie ha entendido mejor que Sofía de Grecia la función representativa que la Constitución otorga al Rey como jefe del Estado, pese a su papel de reina consorte de noviembre de 1975 a junio de 2014. Hoy, diez años después de la subida al trono de Felipe VI, sigue ejerciendo de igual manera como reina emérita casi por inercia, aunque los actos que le reserva la Casa del Rey sean cada vez menos frecuentes y cualquiera podría pensar que por edad le ha llegado la hora de tomarse un merecido descanso.

Doña Sofía, que el pasado jueves recibió la Medalla de Oro de Balears, la máxima distinción de la comunidad, ha marcado durante 40 años un estándar de comportamiento público muy elevado y difícil de superar, marcado por la neutralidad política, una discreción llevada al extremo y un complicado equilibrio entre el distanciamiento y la cercanía con la ciudadanía, según la ocasión lo ha requerido. Y sobre todo ha sabido soportar todos los embates que ha sufrido, algunos de ellos humanamente insoportables, sin permitirse una sola muestra de debilidad en público, mientras el Rey Juan Carlos iba dilapidando poco a poco su reputación. Quienes han criticado a la reina emérita por una supuesta actitud sumisa en un sociedad que ya no premia la discreción, sino la expresión pública sin filtros de los sentimientos, lo desconocen todo de esta mujer culta y de tanto carácter que escogió ser siempre fiel al Rey de España, pero no seguir a Juan Carlos de Borbón hasta Abu Dabi.

Nada ha podido acabar tampoco con la fidelidad de la Reina a Mallorca, donde nunca ha sido una veraneante al uso. Es la única inquilina de Marivent en invierno y en verano y se siente tan cercana a la isla que al recibir la medalla de Oro de Balears quiso mostrar su agradecimiento en catalán, haciendo saber al público que en esta tierra que también siente suya se ha sentido siempre como en casa.

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