1. La pechuga de pollo —una vez cocida— y el jamón se pican muy menudos y se incorporan a la salsa bechamel removiendo bien hasta obtener una masa homogénea. Cuando esté en su punto, se extiende sobre un plato, y se deja enfriar al menos durante seis horas.
2. Pasado este tiempo y con la masa completamente fría se moldean las croquetas rebozándolas en harina, huevo batido y pan molido.
3. Se fríen en una sartén con abundante aceite caliente. Una vez doradas, se escurre el aceite y se colocan en un plato para llevarlas a la mesa de inmediato.