Expertos alertan: “No es que estemos al borde del colapso, es que ya hay muchas vidas colapsadas”

Ernest Cañada, Margalida Ramis e Ivan Murray presentaron este miércoles en la librería Lluna de Palma 'El malestar en la turistificación. Pensamiento crítico para una transformación del turismo'

Advierten del final del turismo barato y las naturalezas baratas, pero también invitan a crear y pensar alternativas posibles

Ernest Cañada, Margalida Ramis e Ivan Murray, en la librería Lluna.

Ernest Cañada, Margalida Ramis e Ivan Murray, en la librería Lluna. / M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

M. Elena Vallés

 Primero fueron los diagnósticos y análisis sobre los efectos de la turistificación en los territorios y las ciudades, unos estudios que se publicaron antes de la covid y que abrazaban diversas temáticas. Tras la pandemia y los discursos naif tipo “de esta vamos a salir mejores”, la maquinaria de hacer billetes con la reactivación turística enfiló “el periodo más loco jamás visto”. ¿Aprendimos algo del coronavirus y de las advertencias de que vivimos en un sistema imposible? La consecuencia de todo aquello ha sido un profundo “malestar intelectual” -y material- en muchos pensadores -y ciudadanos- que abordan el fenómeno turístico desde una perspectiva crítica. "Había que abordar el problema desde otro punto de vista. Nos dimos cuenta de que teníamos pocas herramientas teóricas para intervenir políticamente ante este sistema capitalista voraz”, expone Ernest Cañada(Alba Sud), uno de los editores y autores de El malestar en la turistificación. Pensamiento crítico para una transformación del turismo, título que se presentó este miércoles en la librería Lluna de Palma en un acto programado por el colectivo Brunzit.

La publicación supone un nuevo espacio de pensamiento para analizar el fenómeno de la turistificación y una manera de darle un cuerpo teórico sólido y profundo, además de aportar vías alternativas al turismo, al ocio y a la manera de relacionarnos socialmente.

“Lo que hicimos fue coger a diferentes autores que nunca habían trabajado la temática turística pero sí habían analizado el capitalismo desde un punto de vista crítico”, advierte Cañada. “El punto de partida fue un taller de Alba Sud que se celebró en el Macba y que formulaba la pregunta de qué podían aportar al análisis crítico del turismo David Harvey y Henri Lefebvre”. Al final, en el libro, editado por Icaria, salieron 25 capítulos que tratan la cuestión desde el urbanismo, el colonialismo, el ecofeminismo, el decrecimiento (lo aborda Macià Blázquez), etc. “Hay dos grupos de capítulos, unos que elaboran un diagnóstico de las diferentes expresiones de la turistificación. Y otros que se preguntan si se puede transformar la actividad turística y cómo sería posible conseguirlo”, reseña Cañada. “Hemos querido abrir temas nuevos y pensar la posible transformación del turismo”, abunda.

Todo tipo de turismo en todo momento

El escenario actual demanda hacerse muchas preguntas. “Tenemos una reactivación del turismo a todo gas, donde se practica todo tipo de turismo en todo momento. Y esto en un contexto de crisis climática, energética y geopolítica. Por otra parte, se está produciendo una gran competencia entre territorios y ciudades para capturar al turista de elevado poder adquisitivo, el turismo de élite, para el que se están invirtiendo muchos recursos [también públicos] en el territorio, pese a ser un mercado turístico limitado. No hay ricos para todos”, alerta. “En este contexto, la presión sobre las Administraciones para desregular es enorme”, agrega. “¿Cómo generamos propuestas políticas ante todo esto y cómo le damos un cuerpo teórico?”, se pregunta Cañada.

Ecofeminismo

Margalida Ramis, física y activista del GOB, es una de las autoras del libro. En su caso, parte de diferentes autoras ecofeministas que ponen en entredicho la construcción del pensamiento hegemónico y advierten de que se han dejado de lado la naturaleza y las mujeres en dicha construcción. “Es lo que dice Val Plumwood. Se legitiman estructuras de poder que no se cuestionan. Ella propone que se haga una deconstrucción para a partir de ahí construir alternativas”, indica. De Vandana Shiva, Ramis absorbe su trabajo sobre la soberanía alimentaria y traslada sus conclusiones “al monocultivo turístico”. “Aura Lolita Chávez habla del extractivismo del Norte sobre el Sur y de la construcción del deseo, que está en la base de toda esta economía turística”, sostiene. “Dona Haraway arremete contra los escenarios distópicos del capitalismo y advierte de que existen otras maneras de relacionarnos que son posibles y que hay que inventar”, agrega. “Los feminismos comunitarios son también una fuente de inspiración de cómo actuar con alternativas al mundo que tenemos ahora”, concluye.

Un modo de dominación y de organizar la naturaleza

Por último, el geógrafo Ivan Murray partió del análisis que establece del capitalismo histórico Jason W. Moore. “Este autor ve el capitalismo como un modo de dominación y como una forma de organizar la naturaleza”, indica. “Es decir, si lo trasladamos al turismo, para Moore el tema no es cómo el turismo impacta sobre la naturaleza, sino el turismo como una forma de estructurar y organizar la naturaleza bajo las lógicas del beneficio”.

"Toda Mallorca está turistificada y también todas las dimensiones de la vida en la isla"

Para el también profesor de la UIB, el capitalismo ha pasado por diversas crisis, que se superan con nuevas fases expansivas. “Para ello se ha de dar un sistema de naturalezas baratas. En concreto, Moore habla de cuatro: alimentación, materias primas, energías y trabajo humano. Para que se produzca acumulación de capital las cuatro han de ser baratas. Cuando en el capitalismo se ha producido alguna crisis porque estas naturalezas se tornan caras, se han superado con expansiones de las fronteras de mercantilización con el fin de encontrar naturalezas más baratas”, expone Murray. “Todo esto es aplicable al turismo. Hay un proceso de expansión y de apropiación de naturalezas baratas. Durante la dictadura fascista, se apropiaron de las playas, que eran gratis. La mano de obra era dócil y los salarios, bastante bajos. Pero en los años 70 comenzaron las primeras movilizaciones del proletariado turístico. En las memorias de Gabriel Escarrer, él mismo reconoce que se fue a invertir a Benidorm a causa de dichas protestas”, cuenta el geógrafo. “En la crisis de los 80, los hoteleros se fueron en busca de nuevas playas baratas. Se expandieron en el Caribe. Y con los años se han ido expandiendo a otros lados. Toda Mallorca está turistificada y también todas las dimensiones de la vida en la isla”, advierte.

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Ramis, Murray y Cañada. / M. Elena Vallés

Crisis de época, como la que se dio entre el feudalismo y el capitalismo

Sin embargo, se presenta un nuevo escenario. “Las naturalezas baratas se están agotando y cada vez son más caras. Y además resulta cada vez más complejo encontrar nuevas fronteras de mercantilización, así como encontrar trabajadores para el turismo. Lo estamos viendo”, subraya Murray. “Así, podríamos estar a las puertas del final del turismo barato y a las puertas del final de las naturalezas baratas. Así como a las puertas de una crisis de época, como la que se dio entre el feudalismo y el capitalismo”, advierte.

Violencia del capital

Los tres autores que ayer presentaron la publicación confían en los grupos de resistencia y en la aplicación de alternativas en la cotidianidad, en la necesidad de romper marcos mentales, pasar de las distopías a las utopías, así como en la complementariedad de las estrategias, “la solución y la fórmula no es una sola”. Por otra parte, Murray advirtió que el capitalismo está expulsando a la gente. “El ejemplo son las personas que viven en caravanas: trabajo aquí pero no puedo vivir aquí. No es que estemos al borde del colapso, es que ya hay muchas vidas colapsadas y como siempre éstas caen siempre sobre las espaldas de los más vulnerables, como las dos mujeres fallecidas en Lloseta. Hay mucha conflictividad y violencia del capital. Por eso, todo esto se ha de articular en términos políticos y de organización para llevar a cabo múltiples acciones que se complementen”, concluye.