El embajador mallorquín Gabriel Busquets: «La barrera del Sáhara ya no es infranqueable y la migración ilegal seguirá en aumento»

«La migración ilegal continuará, y más ahora que la barrera del Sáhara ha dejado de ser infranqueable », declaró ayer el embajador Gabriel Busquets durante una conferencia organizada por el Cibame. Busquets, quien ha servido en representaciones diplomáticas españolas en Etiopía, República Federal de Alemania, Bélgica y Marruecos, compartió sus reflexiones sobre los desafíos que enfrenta la Unión Europea en el Mediterráneo.

Durante la conferencia Busquets resaltó dos puntos principales: la migración irregular y el conflicto en Oriente Medio. Subrayó la importancia de abordar la migración ilegal y expresó su satisfacción por el hecho de que la Unión Europea haya adoptado los planteamientos de España. Asimismo, señaló que los países del sur también se ven afectados por este fenómeno.

«Estos países han experimentado una transformación migratoria significativa, pasando de ser emisores de emigrantes a convertirse en receptores y puntos de tránsito para migrantes. Esta nueva dinámica requiere una gestión integral del fenómeno, que va más allá de simplemente controlar las costas para evitar la salida de personas. La aparentemente infranqueable barrera del Sáhara ya no representa un obstáculo insalvable, y países como Argelia se enfrentan al desafío de controlar miles de kilómetros de frontera con el Sahel y Libia. Esta tarea implica enormes esfuerzos logísticos y humanos, dada la rápida degradación del material en el árido desierto. Además, se debe hacer frente a la sofisticada operación de las mafias, que han refinado sus métodos y operan a lo largo de vastas extensiones, desde Senegal hasta Sudán. Ante esta compleja realidad, es crucial una respuesta coordinada y eficaz por parte de las autoridades involucradas», explicó Busquets.

El embajador expresó la necesidad de seguir formalizando acuerdos con países emisores de migrantes tanto para el control fronterizo como para el desarrollo económico. Los acuerdos de devolución, añadió, no han funcionado siempre de manera correcta, aunque tienen efecto disuasorio.

Por otro lado, el segundo punto ampliamente discutido fue el conflicto en Oriente Próximo y su impacto . «Estamos inmersos en una de las crisis más graves del proceso de paz en Oriente Medio, con el riesgo latente de desencadenar un conflicto regional. La solución a este problema ha sido pregonada desde 1967, con la Resolución 242 que puso fin a la Guerra de los Seis Días. Esta resolución aboga por una paz justa y duradera, la retirada de Israel de los territorios ocupados, el respeto a la soberanía, independencia e integridad territorial de todos los estados, el derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, y un acuerdo para la cuestión de los refugiados», explicó el embajador.

Mencionó el impacto de los recientes ataques de Hamás en Israel, subrayando la necesidad de considerar cuidadosamente las propuestas para «evitar divisiones y trabajar hacia una solución que garantice la seguridad de Israel y la viabilidad del Estado Palestino».

En este sentido, destacó la propuesta española de reconocimiento del Estado Palestino. «La Unión Europea ha discutido esta cuestión desde 1999, expresando siempre su disposición a reconocer el Estado Palestino en el momento oportuno. Sin embargo, considero que este reconocimiento debe ser cuidadosamente contextualizado para que no sea simplemente un gesto simbólico. Debe servir como un catalizador para la paz y el progreso en las negociaciones, uniendo a la Unión Europea en lugar de dividirla. Además, es crucial que esta decisión cuente con un amplio respaldo parlamentario», indicó el embajador.

El papel de Europa

Otro punto que habló Busquets fue sobre el papel que quiere ocupar Europa en el mundo y su futuro como actor geopolítico. «En las próximas décadas, dominarán las grandes potencias y Europa aparece con una formación regional», continuó. «La toma de decisiones es lenta, el consenso, las respuestas también son lentas y diluidas pero Europa debe prepararse para actuar de forma independiente en escenarios en los que sus intereses ya no coincidan con los Estados Unidos».

En cuanto a la integración europea, Busquets afirmó que «estamos ante la región menos integrada del mundo». «Hay que trabajar en escenas flexibles de cooperación e integración económica y hay que mantener una estrategia que no divida a la UE, sino que la una», finalizó.

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