Los pacientes de la sanidad pública balear llegan al fisio tras una espera de más de un año, denuncia el SATSE

«No se pueden engordar las consultas de los traumatólogos con lesiones banales que pueden resolver estos profesionales y además de manera inmediata, sin esas demoras», se indigna el secretario general del sindicato

Una imagen de archivo de una protesta organizada por el SATSE ante la sede del Servei de Salut en Palma.

Una imagen de archivo de una protesta organizada por el SATSE ante la sede del Servei de Salut en Palma. / MARÍA PEDRAZ

I. Olaizola

I. Olaizola

El sindicato de enfermería (SATSE), que también se ocupa de las condiciones laborales de los fisioterapeutas, lamenta que actualmente haya una lista de espera «tremenda» en la sanidad pública para ser atendido por estos profesionales. «En ocasiones, los pacientes llegan a la consulta del fisio con más de un año de demora», denuncia el secretario general de esta formación sindical en Balears, Jorge Tera.

Para una lesión en el hombro, el médico de cabecera te receta antiinflamatorios. No te solucionan el problema. Te derivan al traumatólogo, tres meses de espera si te va bien. Te ve el trauma que te pide una placa o una resonancia, no ve nada y te manda a rehabilitación. Otros tres meses de espera para que te atienda el médico rehabilitador. «Y cuando llegas una vez pasado más de un año al fisioterapeuta con una prescripción del rehabilitador para que te dé microondas en el hombro, este profesional piensa en qué mundo vivimos», detalla Tera.

«El Servei de Salut tan solo dispone de un fisio para cada centro de salud, una ratio muy por debajo de la establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que marca que debe haber al menos uno por cada 1.000 habitantes y aquí la proporción actual es de uno cada 6.000. Y en Primaria es de uno por cada 25.000 tarjetas. Eso y nada es lo mismo», lamenta el sindicalista. 

«Tienen además muy pocas competencias en el ámbito público. Hoy en día en que todo el mundo conoce a los fisios porque acude a sus consultas privadas y porque todos los deportistas de élite siempre están acompañados por uno de ellos, en la sanidad pública hay pocos trabajadores con esta categoría profesional, tienen unas largas listas de espera de pacientes y están sujetos a las indicaciones de los médicos rehabilitadores», abunda en su situación laboral el secretario general.

«La mayoría de ellos tienen una formación propia para tratar tanto lesiones crónicas como agudas y muchas veces están en desacuerdo con los tratamientos que pautan los médicos rehabilitadores», continúa Jorge Tera.

¿Qué es lo que reclaman para este colectivo? Tera responde que quieren que IB-Salut dé un servicio de Fisioterapia mucho más acorde a las necesidades de la población. «Las plantillas de fisios no han crecido y la cartera de servicios de estos profesionales data de los años noventa. Están obsoletas porque hoy hacen otras asistencias mucho más avanzadas. Hacen vendajes funcionales, punción seca (agujitas para aliviar las contracturas)… Tienen una serie de competencias y una formación muy avanzada y especializada desaprovechada con la podrían estar dando salida a muchos pacientes en lista de espera», lamenta el líder sindical. 

Por ello, desde el SATSE plantean que haya un fisio en los servicios de Urgencias extrahospitalarios, al menos en la jornada ordinaria, porque hay mucha patología osteomuscular como puede ser una simple torcedura de tobillo. «No se pueden engordar las consultas de los médicos y los traumatólogos con lesiones de este tipo que pueden resolver los fisios por sí solos porque saben hacerlo muy bien y además podrían atender al paciente de manera inmediata», se subleva Tera.

Fisios en las UCI, una inversión rentable

El SATSE quiere dar valor al trabajo que desarrollan los fisios, que el Servei de Salut incremente la plantilla de estos profesionales. «Para estar dentro de las recomendaciones de la OMS necesitaríamos cuadriplicar su número. Tenemos unos doscientos en las cuatro islas en los centros de salud y en los gimnasios de rehabilitación hospitalarios. Y queremos también tener un fisio en las UCI porque ha quedado demostrado durante la pandemia que la fisioterapia respiratoria del paciente inmovilizado abrevia su estancia en la unidad de críticos», reclama Tera recordando que el coste de un día en una UCI pública cuestan 2.500 euros. «Si ahorras un día de cama de críticos, estás ahorrando el sueldo de ese fisio de todo el mes» expone argumentos para demostrar que sería una medida económica efectiva. 

Por eso pide la presencia de estos profesionales no solo en las UCI sino también en los servicios de Medicina Interna y en las Urgencias de Son Espases y Son Llàtzer, que se encarguen de la patología traumatológica que puedan tratar, como los esguinces, para mejorar la inmediatez en la atención de esas patologías. 

«Que no esté unas semanas una persona con un yeso puesto y que cuando vaya al traumatólogo haya perdido masa muscular», pone como ejemplo. «Queremos mejorar la asistencia fisioterapéutica ya que pensamos que son los grandes olvidados dentro del sistema nacional de salud», concluye Tera adelantando que este es un objetivo que se han marcado para esta legislatura admitiendo que cuadriplicar la plantilla de estos profesionales es un meta difícilmente conseguible pero que como mínimo se debería duplicar. Este proyecto ya ha sido presentado, junto al Colegio de Fisioterapeutas, a la consellera Manuela García y al director general del Servei de Salut, Javier Ureña. La pelota está en su tejado.

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