Una cita hoy con la única alergóloga de la sanidad pública de Baleares te la darían en 2030

Los especialistas promotores del foro Alergomenorca recuerdan a los políticos el «pacto del Hamilton» alcanzado el año pasado: que a estas alturas habría un servicio de esta especialidad con tres médicos

Una imagen de un test para detectar alergias.

Una imagen de un test para detectar alergias. / Diario de Mallorca

I. Olaizola

I. Olaizola

«Con una sola alergóloga para toda Balears, si los centros de salud pudieran derivarle pacientes con rinitis y asmas alérgicas, les darían cita para 2030».

De esta manera tan contundente escenifica el alergólogo menorquín César Alias Tudurí, junto a su compañera Ana Elices responsable del foro Alergomenorca que se celebra anualmente en Maó, la insostenible situación de esta especialidad médica en las islas, una comunidad en la que una cuarta parte de su población padece rinitis alérgicas.

Este profesional, jefe del servicio de Alergología de la clínica Corachán de Barcelona, admite no obstante que los médicos de cabecera nunca han podido derivar a pacientes a la única médica con esta especialidad que trabaja en el Servei de Salut, la doctora Sendy Chugo.

«Lo que no entiendo es por qué, si esto ha sido siempre así, el Servei de Salut mandó una instrucción a todos los médicos de cabecera de Mallorca el pasado día 6 de marzo recordándoles lo que ellos ya sabían», señala aludiendo a la información que publicó este diario la pasada semana.

También lamenta la inacción de los políticos de Balears tras el compromiso unánime alcanzado por todos ellos (la única formación que no asistió fue Vox) en el foro celebrado el año pasado. Un acuerdo conocido como «pacto del Hamilton» por el hotel menorquín en el que se celebró el conclave. Quizá tenga algo que ver que este foro se celebrara a diez días de los pasados comicios autonómicos.

«Se comprometieron a que ganara quién ganara, a estas alturas ya estaría montado un servicio de Alergología público conformado por al menos tres médicos. Isabel Borrás (por aquel entonces portavoz de sanidad del PP en el Parlament) llegó a decir que Marga Prohens lo montaría (el servicio)», recuerda.

El doctor César Alias Tudurí.

El doctor César Alias Tudurí. / Alergomenorca

Indispensable para formar

Este experto, que niega que exista un servicio público de esta especialidad al matizar que la doctora Chugo en realidad está adscrita al servicio médico de Otorrinolaringología, recuerda que contar con un departamento propio con un mínimo de tres especialistas es una condición sine qua non para poder formar a especialistas recién graduados. Una estancia de cuatro años tras la cual habría más posibilidades de fidelizar a estos profesionales para que se quedaran ejerciendo en esta comunidad.

También recuerda este profesional que en el pasado foro menorquín se consensuó un plan para tener a cinco alergólogos en 2025. A punto de acabar el primer trimestre de 2024 solo hay una, lamenta el doctor Alias Tudurí comparando los 23 especialistas con los que cuenta la sanidad pública del archipiélago canario con la única con la que cuenta esta comunidad a la que la canaria tan solo dobla su población.

Los médicos de Primaria no saben interpretar los test

IB-Salut recuerda en su instrucción dirigida a los médicos de familia del pasado 6 de marzo que «en todos los centros de salud está disponible el prick-test como herramienta de ayuda al diagnóstico, tanto en niños como en adultos».

Instrucción remitida por la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca a sus médicos el pasado 6 de marzo.

Instrucción remitida por la Gerencia de Atención Primaria de Mallorca a sus médicos el pasado 6 de marzo. / Diario de Mallorca

El doctor Alias Tudurí discrepa con esa apreciación. «Hay que saberlo interpretar y los médicos de familia no están capacitados para hacerlo porque no están formados para ello. Un test que dé positivo en alguna sustancia no tiene por qué significar necesariamente que seas alérgico a ella. Simplemente puedes estar sensibilizado frente a ella», contrapone.

Sí admite este especialista que estos test podrían tener su utilidad como una suerte de cribaje para, posteriormente, derivar al paciente que dé positivo al alergólogo.

En los centros de salud esta prueba la hace una enfermera que luego pasa el resultado al médico que es el que debe interpretarla. «Y a la mayoría de los casos positivos se les receta un antihistamínico. Y lo que habría que hacer es un hiposensibilización también conocida como vacuna para las alergias. Consiste en exponer al paciente una vez al mes a pequeñas dosis del alérgeno para que su organismo se habitúe a él. Al cabo de entre tres y cinco años, el 85% de ellos se curan», diferencia.

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